El presidente de la CEV, Salvador Navarro, tenía claro que debía aprovechar su intervención en el Foro Club INFORMACIÓN-Universidad de Alicante-Bankia para realizar algún guiño al empresariado local que le ayudase a vencer las reticencias hacia su nuevo proyecto de patronal autonómica. Y para ello escogió a una de las instituciones que más relevancia ha ganado en los últimos tiempos gracias a sus informes, el Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (Ineca), que, además, preside un viejo conocido suyo, el empresario Perfecto Palacio. Casi al final de su intervención inicial, Navarro alabó el trabajo realizado desde este organismo y lanzó la propuesta de convertirlo en el nuevo «think tank» de la futura organización autonómica.

«En el nuevo planteamiento empresarial, tenemos claro que el rigor de las reivindicaciones resulta fundamental para lograr su éxito. La fuerza de nuestro PIB tiene que verse reflejada en la de nuestras demandas y para ello, es clave contar con análisis actualizados y constantes», afirmó para añadir: «Esto también es vertebrar». Y es que, de cristalizar la propuesta, significaría que el futuro gabinete de estudios de la patronal autonómica tendría su sede en Alicante.

Al finalizar el acto, Perfecto Palacio aseguró que no conocía con antelación la propuesta pero se mostró «alabado» por la misma y señaló que la trasladaría a la junta de la organización.

En cualquier caso, no fue el único guiño que Navarro realizó. Tras admitir que la desaparecida Cierval había pecado de excesivo «centralismo» recalcó que su intención es que cuatro de las once reuniones anuales del comité ejecutivo de la CEV se desarrollen en la provincia de Alicante y que las distintas comisiones de trabajo no tengan sede fija y puedan celebrarse allí donde se considere necesario. También insistió en que son los distintos sectores productivos los mejores representantes de cada provincia y aseguró que defendería los intereses alicantinos como propios. Eso sí, ante la propuesta de uno de los asistentes de fijar la sede de la CEV en Elche, se limitó a bromear sobre los celos que podría despertar en Alicante.