La Sociedad de gestión de activos procedentes de la reestructuración bancaria (Sareb) -también conocida como «banco malo»- presentó pérdidas por 663 millones de euros a cierre de 2016 debido a los altos costes vinculados al mantenimiento de la cartera y a la venta de activos en minusvalías, pero elevó un 1% sus ingresos, hasta los 3.923 millones. Este nivel de ingresos permitió a la compañía cancelar 2.170 millones de euros de la deuda emitida para pagar los activos transferidos y que cuenta con el aval del Estado. Desde que comenzara su andadura, Sareb ha cancelado casi 10.000 millones de euros de deuda.

Tras la aplicación del nuevo marco contable, la sociedad comenzó a dar visibilidad a las minusvalías latentes de su cartera, que al término de 2016 se situaron en 3.389 millones de euros. El presidente de Sareb, Jaime Echegoyen, ha explicado que a lo largo del pasado ejercicio la sociedad se dedicó a limpiar el futuro de los activos que tienen un bajo potencial de revalorización. «De no haber sido así, el fondo de minusvalías latentes tendría unos cientos de millones más», ha indicado.

La sociedad ha conseguido «limpiar» cerca de un tercio de los activos que no tienen capacidad de revaluarse, lo que equivale a unos 800 o 900 millones de euros. Este hecho provocó que sus márgenes fueran menores que en 2015.