En pleno debate sobre la nueva política a fijar en el seno del Pacto de Toledo sobre el futuro de las pensiones, las cifras que arroja la provincia sobre el número de cotizantes que sustentan el pago de estas prestaciones presenta -al igual que a nivel nacional- un progresivo desajuste provocado por la destrucción de empleo sufrida durante el largo periodo de crisis y la «baja calidad y duración de los nuevos empleos que se crean», advierten los sindicatos. El desfase, a nivel general en el conjunto del territorio nacional, ha obligado ya al Gobierno a tener que recurrir en varias ocasiones al Fondo de Reserva, lo que ha ido mermando el colchón de la denominada «hucha de las pensiones».

En este contexto, Alicante ha perdido 56.413 afiliados a la Seguridad Social en relación a marzo de 2008, mientras que el censo de pensionistas ha aumentado en 41.073 en el mismo periodo. Este desequilibrio dibuja en la actualidad un escenario con 599.790 cotizantes alicantinos, en todos los regímenes del sistema, y 309.206 personas que cobran una pensión. La relación entre ambas cifras supone que en estos momentos serían 1,9 los trabajadores que sustentarían el pago de la prestación en la provincia, mientras que en 2008, la cifra se elevaba a 2,4. Entonces, a la Seguridad Social cotizaban 656.203 alicantinos y los pensionistas eran 268.133.

A nivel nacional, la Seguridad Social registraba a comienzos de este mes de marzo17.748.255 cotizantes. Una cifra inferior a los 19.176.237 del mismo mes de 2008. Por contra, el total de pensionistas alcanzaba los 9.474.556, cuando en marzo de hace nueve años había 8.350.821.

A pesar de que en los dos últimos años, tanto el desempleo como las altas laborales han experimentado una mejoría, con los primeros compases de la reactivación económica, la Seguridad Social mantiene aún un saldo negativo de afiliaciones en relación a hace nueve años. «Es evidente que hay menos trabajadores inscritos por la pérdida de empleo sufrida, además de que tienen menos periodos computables, al entrar y salir de forma intermitente al sistema, y sus bases de cotización son inferiores por los bajos salarios», según reiteraba Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina.

«Prestaciones más precarias»

Todos estos factores inciden no sólo en que haya menos cotizantes para respaldar las pensiones, sino que de cara a más largo plazo, los futuros pensionistas «recibirán prestaciones más precarias», añadía Sánchez, para quien «es necesario que todas las partes no sentemos a hablar en el marco del Pacto de Toledo y buscar las fórmulas más viables para la sostenibilidad del sistema». Entre otras propuestas, UGT insiste en la necesidad de que se elimine el índice de revalorización que introdujo el Gobierno en la «reforma unilateral de las pensiones» de 2013, por el que las prestaciones sólo se actualizan un 0,25%, «en vez de en relación a la variación del IPC, como antes, y que es lo que reivindicamos los sindicatos».

Porque detrás del desequilibrio entre cotizantes y pensiones que reflejan las cifras, existe una realidad: «y es que se ha ido configurando durante la crisis un mercado laboral no sólo con menos cotizantes que hace nueve años, sino con periodos de cotización muy cortos y con bases muy bajas», incide Sánchez. La dirigente sindical hace hincapié en que la principal vía para salir de este «bloqueo» en el que han entrado los recursos para el pago de pensiones pasa por «crear empleos de calidad y que los trabajadores perciban salarios dignos. No puede ser que un empleado se dé de alta un día en la Seguridad Social y se dé de baja al siguiente por tener contratos de muy corta duración en el tiempo. Así, ni acaba de dejar su condición de desempleado, ni puede acumular el periodo de cotización suficiente para tener derecho a posteriores prestaciones. El desempleo, en su caso, y en un futuro una prestación digna de jubilación», añade la responsable de UGT.

La destrucción de empleos

Para el sindicato, el aumento del número pensionistas en la provincia, «no es tan elevado a nivel anual, si el incremento del 13,28% desde 2008 se divide entre los nueve ejercicios, ya que resultaría una subida de 1,45 puntos cada año», señala Sánchez. E incide en que una de las razones que ha podido propiciar este crecimiento hay que buscarla en los altos niveles de paro soportados durante la crisis, que han afectado, en muchos casos, a trabajadores en plenitud de su vida laboral, con más de 50 años, «que se han visto sin empleo, sin oportunidades de conseguirlo y con una importante laguna a la vista en sus cotizaciones de cara a su jubilación», añadía la dirigente de UGT. De hecho, ha habido casos en que transcurridos unos años en la misma situación, muchos se han ido a la jubilación anticipada para no acabar «con una prestación más precarizada».

Entre marzo de 2008, las pensión media en Alicante era de 628,84 euros al mes, y nueve años después, esta se ha elevado a 794,51. Sin embargo, José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación de CC OO en l'Alacantí- Les Marines, pone el acento en que el incremento de la pensión media se debe, fundamentalmente, «porque se están jubilando personas con carreras de cotización largas y con condiciones de trabajo mejores». Una situación que parece difícil que pueda repetirse en el futuro «a tenor de la precariedad de la contratación y los salarios que se perciben en la actualidad», apostillaba Yaissel Sánchez.

La comisión de seguimiento y evaluación de los acuerdos del Pacto de Toledo iniciará la revisión de todas sus recomendaciones tras la Semana Santa,tras haber recibido más de treinta comparecientes con los que analizar el presente del sistema público de pensiones y debatir sobre cómo será su futuro.