Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El peso de la mujer en cargos directivos sube al 35% en la provincia a costa del autoempleo

Las trabajadoras en puestos técnicos representan el 43,7% del total, mientras en ocupaciones elementales superan el 67%

El peso de la mujer en cargos directivos sube al 35% en la provincia a costa del autoempleo

Diez años después de aprobarse la Ley de Igualdad con la que se pretendía e instaba a corregir discriminaciones y desigualdades por cuestión de sexo, en el mundo del trabajo persisten brechas entre hombres y mujeres en los tipos de jornada laboral, en salarios o en la contratación para puestos directivos. «Ha habido avances, pero imperceptibles», aseguraba Yolanda Díaz, secretaria de Igualdad de UGT en l'Alacantí- La Marina. «Hay más predisposición de las empresas por avanzar en la normativa, pero queda mucho por hacer», advertía Sonia Rujas, secretaria general de la Asociación de Empresarias de la Provincia de Alicante (Aepa).

En esta década, en la provincia las trabajadoras alicantinas han provocado fisuras en el denominado «techo de cristal» (barreras que se encuentra la mujer en su ascenso laboral al interior de las organizaciones), pero a costa de «crear sus propias empresas y contratar a sus propias plantillas», explicaba José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación de CC OO en l'Alacantí-Les Marines.

En los últimos cinco años, las 7.300 mujeres con puestos de directivas o de gerentes han aumentado hasta las 9.400, lo que supone pasar del 19,7% del total que representaban en 2011 al 35,3% actual, según la Encuesta de Población Activa (EPA).

Por contra, los ejecutivos, pese a bajar de los 29.600 a los 17.200, «aún siguen siendo, con un 64,6% del total, los que ocupan más cargos ejecutivos», añadía Yolanda Díaz. La representante sindical vinculaba, además, el descenso en funciones directivas de los hombres a «que ocupaban en mayor medida estos cargos, por lo que los cierres empresariales y despidos a causa de la crisis han tenido un mayor impacto, en este caso, en el colectivo masculino». También entre los ocupados asalariados, la crisis ha afectado a hombres y mujeres en altos cargos. Si en 2011 había 11.300 directivos masculinos en la provincia, ahora hay 6.900 y, entre las trabajadoras, se ha pasado de las 4.200 contratadas como gerentes hace cinco años a apenas rozar las mil, según datos facilitados por CC OO; basados en la EPA:

Conciliación laboral

Una sangría que, en el caso de las mujeres ha impulsado a muchas «a decidirse a emprender como forma de autoempleo para desarrollar sus carreras profesionales y que éstas sean compatibles con sus horarios en la vida familiar», añadía Nuria Rujas.

La conciliación laboral y personal es, en realidad, uno de los mayores incumplimientos de la normativa, según los sindicatos. Como asalariadas, en la Comunidad Valenciana, los datos reflejan que todavía un 94,1% de las excedencias para el cuidado de hijos las toman las mujeres. En 2015, se registraron 3.589 excedencias de este tipo en la Comunidad, de las que 3.379 fueron para mujeres y sólo 210 para hombres, según datos facilitados por UGT. Y en el caso de cuidado de familiares, de las 662 excedencias, 555 fueron solicitadas por mujeres y sólo 107 por hombres en el ámbito autonómico.

Si en los cargos directivos, la mujer ha podido «arañar» mínimas cuotas por su propia decisión emprendedora, en el caso de los puestos técnicos, se ha producido un retroceso. Los porcentajes entre hombres y mujeres parecen más equilibrados: un 56,3%, frente al 43,7%, respectivamente.

Pero esto es en realidad «un espejismo», según las organizaciones sindicales.

Menos técnicas

Porque la evolución de los últimos cinco años refleja que las 67.100 mujeres que trabajaban como técnicos en Alicante en 2011 representaban un 46,7% del total de 143.600 especialistas, mientras que a finales del pasado año, las 79.800 que ocupaban estos puestos sólo suponían un 43,7% de los 182.500 trabajadores con cualificación, «por lo que el aumento ha sido mucho menor entre las mujeres», incidía Ruiz Olmos.

Caso contrario ha ocurrido con las ocupaciones elementales, donde la representación femenina supone el 67,1% del total, frente al 53,9% que suponía cinco años antes, mientras que la masculina ha bajado del 46% al 32,8%.

«Una evolución contradictoria, si se tiene en cuenta que hay más mujeres universitarias. Lo que quiere decir que pese a tener mayor cualificación, seguimos en ocupaciones básicas», denunciaba Yolanda Díaz, de UGT. «Esto significa que las mujeres soportan buena parte del empleo más precario. Y una manera de hacerlo es reducir los cargos especializados y tener trabajando al personal cualificado en una categoría inferior», añadía Ruiz Olmos, de CC OO.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats