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Así son los planes de Aludium para conquistar el sector del automóvil

La compañía investiga en Alicante nuevos usos del aluminio en la fabricación de piezas para coches con el objetivo de hacerse con un 30% del mercado europeo

Así son los planes de Aludium para conquistar el sector del automóvil

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Así son los planes de Aludium para conquistar el sector del automóvil David Navarro

Los responsables de Aludium tiene muy claro que necesitan ampliar la cartera de clientes que les dejó en herencia la multinacional Alcoa cuando les vendió la compañía, hace ya dos años, si quieren garantizar el futuro y, sobre todo, mejorar la rentabilidad de las tres plantas que gestionan en Alicante, Amorebieta (País Vasco) y Castelsarrasin, en el sur de Francia. Un primer intento ya fueron sus planes para introducirse en el negocio de las latas de conserva, una iniciativa que no acaba de dar sus frutos por la dura competencia que existe en el mercado a nivel internacional, pero que en absoluto ha desanimado a los responsables de la firma. Al contrario, el equipo dirigido por Manuel Ruano, presidente de la firma, ha decidido apuntar más alto y lanzarse de lleno a por el mercado del suministro de aluminio para piezas de automóviles, un negocio cada vez más en alza ante la necesidad de los fabricantes de reducir el peso de sus modelos para rebajar los consumos.

Y los objetivos que se han marcado no son nada modestos. De aquí a 2025 esperan pasar de las 6.000 toneladas que actualmente sirven a esta industria a una cifra superior a las 25.000, lo que supondría hacerse con el 30% del mercado actual en toda Europa, según señala el propio Ruano, convencido de que se trata de una meta más que alcanzable.

¿Cómo piensa hacerlo? Pues arañando cuota a la competencia y, sobre todo, generando nueva demanda. Desde hace poco menos de un año, la compañía ha puesto a dos de sus ingenieros a despiezar un Audi A8 dentro de los laboratorios que posee en su planta de Alicante para comprobar qué partes de este vehículo ya se fabrican con aluminio -los automóviles de gama alta son los que más lo emplean en la actualidad- y, por tanto, a qué suministradores de piezas pueden abordar; pero, sobre todo, también para analizar «qué otras piezas que ahora se producen con otros materiales son susceptibles de fabricarse con aluminio con mejor resultado», según explica el director de Innovación y Tecnología de Aludium, Antonio Quereda.

Más ligero

Las ventajas de este material son muchas, según sostiene Quereda, que asegura que en este tiempo ya han logrado una docena de clientes entre la competitiva industria auxiliar del automóvil, con los que ya están realizando pruebas de diferentes productos. Con respecto al acero, por ejemplo, el aluminio consigue un ahorro de peso del 50%, a pesar del mayor espesor que necesitan las piezas. También disipa mejor el calor y, muy importante, puede reciclarse infinitas veces, lo que supone un importante punto a favor frente a otros materiales como los composites, que también se están empleando para aligerar los coches.

Manuel Ruano reconoce que los grandes del sector hace ya diez años que investigan estas aplicaciones pero, según afirma, la ventaja de Aludium es que puede ayudar a sus clientes a desarrollar sus productos gracias a su centro de investigación -Cindal, toda una referencia en Europa en el sector del aluminio-, «lo que supone para ellos repartir los costes de desarrollo», explica el ejecutivo.

Entre los clientes actuales, Aludium ya suministra, por ejemplo, el material para fabricar el refuerzo interno de puertas que produce Estamp para diversos modelos de coche en Barcelona. También los techos de los autocares Irízar, que salen de la factoría de Mesima, llevan aluminio de las factorías de la firma. Y, desde hace dos meses, han empezado a enviar material a un fabricante inglés para las molduras exteriores de las ventanas de diversos modelos.

«La mayoría de los fabricantes de piezas ya tiene un par de suministradores y nosotros entramos como tercera opción. Conforme les demostremos nuestra valía, confiamos en aumentar los pedidos», insiste Ruano, quien recuerda que en Europa se fabrican más de 12 millones de vehículos anuales.

Crecimiento sostenido

A la espera de que esta apuesta por la automoción cuaje, lo cierto es que la compañía no puede quejarse de la evolución que ha tenido en los últimos años. Desde que el grupo norteamericano Atlas Holdings compró a Alcoa las plantas de Alicante, Amorebieta y Castelsarrasin para crear Aludium en 2015, la producción conjunta de las tres factorías se ha disparado más de un 20% -sólo el año pasado lo hizo un 12%-hasta alcanzar las 206.000 toneladas. En el caso de la fábrica de Agua Amarga se ha pasado 57.000 toneladas en 2014 a las 68.000 del último ejercicio y a lo largo de este año se espera llegar a las 73.000.

Unas cifras que se traducen en una facturación de 488 millones de euros para el conjunto del grupo, de los que Alicante aporta 169 millones, según los datos facilitados por la propia compañía.

Buena parte del incremento registrado en esta factoría se debe al filón que ha encontrado la empresa en el suministro de planchas de aluminio para la fabricación de productos relacionados con la construcción. Por un lado, para el recubrimiento de fachadas -como la del gimnasio alicantino Arena- que ha llevado a que el aluminio alicantino esté presente ahora en varios aeropuertos chinos y otro en Arabia Saudí, además de numerosos edificios por toda Europa. Pero, además, también se sirve más material para la fabricación de persianas o puertas de garaje, entre otros usos.

Al mismo tiempo, se mantiene fuerte en la producción del aluminio que sirve para fabricar los tapones de las bebidas alcohólicas y también ha crecido la venta de bobinas para la posterior fabricación de papel para envolver y envases alimentarios, como los que utilizan en los locales de comida para llevar.

Todo esto ha permitido que la plantilla empiece a aumentar en los distintos departamentos que conviven en el recinto de Agua Amarga, que ha pasado de 358 personas en 2015 a 406 el año pasado.

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