La producción hortofrutícola es la actividad que más une en el contexto económico a Alicante, Murcia y Almería y, al mismo tiempo, la que las sitúa a la cabeza de la exportación española del sector. Su facturación exterior conjunta alcanza los 6.000 millones, una cifra que les otorga un peso muy destacado, al concentrar el 42% de las ventas sectoriales a nivel nacional, que alcanzan los 14.000 millones. El porcentaje, sin embargo, supera el 65% sólo en el caso de la comercialización exterior de hortalizas, con una aportación de más de 3.800 millones del total estatal de 5.892.
Unos argumentos suficientes para reclamar las infraestructuras necesarias para que este significativo volumen de mercancías de esta parte del arco mediterráneo tenga salidas -por vía terrestre y por ferrocarril- más rápidas y eficientes a su mercado más natural como es la Unión Europea. De hecho, una de las principales demandas que desde hace años los representantes empresariales de la Comunidad tienen en su agenda de reivindicaciones es la del Corredor Mediterráneo, que mejoraría las comunicaciones con nuestros vecinos europeos. Mañana, patronales provinciales y autonómicas de esta zona del sur del Mediterráneo volverán a reiterar en Alicante la urgencia de esta dotación.
Para la provincia, la actividad hortofrutícola es el segundo sector exportador -por detrás del calzado-, con más de 750 millones exportados el pasado año, según el balance estadístico de las Cámaras de Comercio. No obstante, si a estas ventas se añaden los 249,3 millones que suponen las preparaciones de hortalizas o frutas, el montante rozaría los mil millones. En su conjunto, la exportación alicantina rebasa los 5.000 millones; la de Murcia, los 9.000 y la de Almería, los 3.391 millones. Entre las tres provincias suman 17.476,3 millones, que representan un 6,8% del total nacional, que el pasado año se situó en los 254.530 millones.
Almería y la huerta murciana
En el caso de Almería, la ventas de hortalizas lideran su comercio exterior, con más de 2.169,2 millones exportados en 2016, seguidas de la comercialización de frutas, con más de 340 millones. Murcia, por su parte, tiene más equilibrada su facturación exterior agrícola entre las hortalizas y las frutas y frutos. En el primer caso, superan los 1.361 millones y en el segundo, los 1.314. Así, la producción y distribución de la huerta murciana se convierte en la locomotora de sus exportaciones.
Una locomotora que, en el caso de Alicante, la representa el calzado, con más de 1.200 millones vendidos a los mercados exteriores en 2016. En esta actividad, con importantes zonas zapateras como Elche, Elda, Villena y otros municipios de la Vega Baja, la provincia no tiene rival en Murcia y Almería. Y otra importante actividad industrial en Alicante es la de la piedra natural, que se concentra en la zona del Medio Vinalopó. Sus exportaciones rozaron los 300 millones, entre las ventas de los bloques en bruto y los productos ya manufacturados, se acuerdo con los mismos datos de las Cámaras.
La producción del sector de la piedra natural tiene gran incidencia en la economía de Alicante y Almería, donde se encuentran importantes canteras de las que se extraen variedades de mármol muy reconocidas a nivel internacional. En lo que se refiere a las ventas de la piedra natural en bruto, la provincia adelanta a Almería en la exportación, con más de 123 millones el pasado año, frente 63,8. Sin embargo, la relación es inversa en el caso de las manufacturas de mármol, ya que las ventas de las empresas de esta zona de Andalucía superan a las alicantinas: 316,3 millones, frente a 148,3.
Por su parte, en Murcia, además de la actividad hortofrutícola también destaca la exportación de manufacturas de fundición, hierro, acero o de metales comunes, además del mueble y el plástico y sus manufacturas..
En el caso de Alicante, la importante diversidad industrial alza como otro importante sector exportador al juguete, que desde la comarca de la Foia de Castalla exporta cerca de 150 millones, según los datos del pasado año del balance de las Cámaras.
Igualmente, el plástico, con más de 330 millones exportados el pasado año y el aluminio, con más de 220, contribuyen a la facturación exterior de la provincia.
