La contratación en la provincia ha aumentado desde 2012, uno de los años más duros de la crisis. Los más de 600.000 empleos creados el pasado año suponen un aumento del 7% en relación a 2015 y un destacado crecimiento del 44,8% en comparación a cuatro años antes. Pero la letra pequeña es que el mercado laboral que se está conformando en Alicante, tras el largo periodo de recesión, está marcado por el aumento de puestos de trabajo de corta duración.
«Se están troceando los contratos» resume Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l´ Alacantí-La Marina, a tenor de los resultados que arroja el balance realizado por su sindicato sobre contratación en la provincia. Para la dirigente sindical, el aumento de la temporalidad en el empleo es una de las consecuencias más inmediatas de la reforma laboral, aprobada en 2012. Casi la mitad de los trabajos que encontraron los alicantinos el pasado año tuvieron una duración de hasta tres meses.Fueron 296.538 contratos, de un total de 604.358. «Y lo que es más grave es que más del 20% del total fueron inferiores a una semana», denuncia Sánchez, quien advierte de que «hay demasiada intermitencia. Los trabajadores entran y salen del mercado laboral, a veces por un periodo de unos días. Eso no es crear empleo, sino precariedad. Muchos empleados no dejan de estar parados porque estén trabajando unos días», denuncia.
Tanto los contratos de hasta tres meses como los de menos de una semana han ido aumentando de forma destacada en los últimos cuatro años. Los empleos con una duración igual o inferior a 90 días se han incrementado un 45,5% en relación a 2012. Y más espectacular es la subida de los contratos de hasta una semana. Se ha pasado de los 79.686 del año 2013 a los 122.932 del pasado ejercicio, es decir, «un 54,2% de mayor precarización», advierten desde UGT.
Ana y Miguel Ángel son dos jóvenes alicantinos que han tenido o estan ahora contratados con jornada parcial y por un máximo de tres meses. Una situación que no les permite independizarse. Hace poco más de un año que se han licenciado en Publicidad, « y entonces te das cuenta de que cuando sales de la Universidad, lo tienes muy crudo para entrar en una empresa. Eso fue lo que más me marcó», dice Miguel Ángel. «Cuantos más años pasen desde que has acabado la carrera, más difícil va a ser que te contraten en prácticas porque ya le salimos caros», añade Ana.
El contrato fijo
Ese empleo fijo que ha perseguido tradicionalmente el trabajador para lograr una estabilidad no sólo laboral, sino económica para garantizarse un proyecto de vida, tiene un hueco muy reducido en el actual mapa de la contratación provincial. Los nuevos trabajos con carácter indefinido alcanzaron en 2016 los 57.409, cifra que supone un 9,4% del total. Y pese a que están cuatro décimas por encima de los 51.243 puestos fijos creados el año anterior, se distancian de los 546.949 firmados con carácter temporal, que representaban el 90,5% del total el pasado año. Según el informe de UGT, dos de las modalidades temporales que acapararon el 83,69% de la contratación en 2016 fueron la de eventual por circunstancias de la producción y la de obra o servicio, con 317.698 y 188.115 formalizaciones, respectivamente.
Tradicionalmente, cuando un trabajador accedía al mercado laboral una de las primeras preguntas que recibía de familiares y amigos era: «¿es un empleo fijo o temporal?» Ahora, sin embargo, se ciñen, por el peso que representan, es si el contrato es a tiempo completo o a tiempo parcial. Desde el año 2012, los empleos generados a jornada completa han crecido un 37,1%, aunque aunque aún son superiores en número: 334.644 a tiempo completo el pasado año, frente a 260.731 a jornada parcial. Sin embargo, en este último caso, los empleos por horas han experimentado un crecimiento mayor, del 56,3% en los últimos cuatro años. Estos trabajos por horas no sólo se refieren a la contratación temporal. También los hay de carácter fijo, y en estos momentos suponen el 35% del total
20 horas a la semana
Yaissel Sánchez relataba que esta semana se acercó al sindicato una joven con un trabajo de 11.00 a 15.30 horas para una taera específica «No alcanzaba las 20 horas semanales y el salario base era poco más de 300 euros. Estas situaciones están muy extendidos en el mercado laboral alicantino, lo que impide a los jóvenes emanciparse. Y a cualquier trabajador le aboca a tardar tiempo en lograr acumular una cotización que le permita después acceder a prestaciones o, incluso, a tener derecho a vacaciones o permisos», denuncia.
