Los alumnos que participan en el Programa Integral de Cualificación y Empleo (PICE) pasan por un itinerario completo de orientación, donde se detectan las inquietudes del alumno, se identifica la vocación personal, sobre todo entre los jóvenes que acuden con una mínima formación, «y se les encamina hacia su mejor empleabilidad». También se profundiza, en su caso, en las habilidades sociales, explica Carlos Mazón, director gerente de la Cámara. En la formación troncal, que incluye clases de inglés, se les ayuda, en su caso, a tener los primeros contactos con el mundo laboral: a realizar un currículum o cómo preparar una entrevista de trabajo. Después viene la formación específica de las temáticas que eligen los alumnos. Al final, «se les hace un acompañamiento a visitar a empresas adscritas al plan para que tengan un primer contacto y visión del trabajo en las compañías», añade Mazón.

Apoyo económico al autoempleo

De las 109 inserciones laborales que se han conseguido hasta ahora, 81 se corresponden con contrataciones a través de ayudas (bonificaciones que proceden del Sistema de Garantía Juvenil y del propio PICE) y 15 las han realizado las empresas sin estos apoyos económicos. En 11 casos sobre emprendimiento, se ha ayudado a iniciarse a los jóvenes en la aventura empresarial. Los apoyos financieros para el autoempleo son de 1.800 euros, con la condición de que estén de alta en el IAE y en el Régimen Especial de Autónomos, al menos doce meses. Según Mazón, el 50% de los participantes en el programa culminan el proceso.

Para los próximos cursos, la Cámara de Alicante quiere «ampliar la demanda de cursos a otros sectores, como la industria o subsectores de la construcción, que comienza a repuntar. En este sentido, también hablaremos como Fempa, la patronal del metal, para ver la posibilidad de cursos de electricidad o similares». Por otra parte, además de la empleabilidad, uno de los aspectos colaterales en los que PICE ha profundizado es en el de las habilidades sociales. Mazón explica que en muchos de los que se acercan al programa «se aprecia que son jóvenes a cuyas familias ha afectado la crisis de alguna u otra manera, y se encuentran muy escépticos sobre las expectativas de trabajo». De ahí que se intente revertir la actitud, motivarlos hacia el mundo laboral, y, en su caso, incluso sacarse el certificado de ESO, «es muy importante», incide Mazón, quien reitera que «es el programa más social de la Cámara» e, incide en la importante labor del profesorado.

Laura Mora, una de las universitarias, que ha participado en el PICE, destaca que la parte inicial del itinerario en que alumnos con y sin formación están juntos para conocerse y ver actitudes y la orientación posterior, «es interesante». También destaca la labor de la profesora. «Estas sesiones nos sirven a todos, porque ves hasta dónde puedes llegar, si te esfuerzas; además de que conoces otras experiencias y eso te ayuda a entender otras motivaciones y razones», añade Laura.

Dos años de andadura

La Cámara de Alicante inició el PICE en 2015. El programa es plurianual, ya que tiene vigencia hasta 2018. «Y espero que se prorrogue a tenor de los resultados que se están obteniendo», incide Mazón.

Fue en 2016 cuando, la entidad cameral decidió expandir el plan por la provincia y ya cuenta con la colaboración de una treinta ayuntamientos, a través de la firma de convenios, para el desarrollo de distintos cursos. Uno de ellos se ha suscrito con las asociaciones de discapacitados de Aspe, Monforte del Cid y Novelda para un curso de atención y recepción al público para un grupo de 13 jóvenes con alguna discapacidad. El objetivo es potenciar su empleabilidad.