Coepa negocia ya su integración en el nuevo proyecto de patronal autonómica que impulsa la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), después de que ambas organizaciones provinciales hayan decidido dar por muerta a Cierval ante los problemas económicos y judiciales que ésta arrastra, sobre todo a raíz de los supuestos fraudes cometidos por la patronal de Castellón, de los que sería responsable subsidiaria. Sus respectivos presidentes, Francisco Gómez y Salvador Navarro, mantuvieron el pasado domingo una primera reunión para negociar los términos del posible acuerdo, sólo unas horas antes de que el valenciano aprovechara su intervención en el Forum Europa Tribuna Mediterránea para hacer públicos sus planes de dejar caer a Cierval y transformar la CEV en la nueva organización empresarial de referencia en el ámbito autonómico, tras incorporar a otras asociaciones sectoriales, empresas particulares y a la propia Coepa.

En dicho acto, Navarro recalcó que la CEV es «el único vehículo que queda saneado» del sistema de patronales de la Comunidad y, por tanto, el único sobre el que se puede erigir una nueva organización autonómica con garantías de futuro. Todo ello frente a una Cierval que se encuentra en preconcurso de acreedores y que se ve «lastrada por una pesada mochila que se han ocupado de llenar las malas prácticas de los anteriores gestores de la CEC (la patronal de Castellón)».

El dirigente valenciano señaló que su intención es la de sumar voluntades a este nuevo proyecto - «sin obligar a nadie», aclaró- por lo que aseguró que ha iniciado una ronda de contactos con organizaciones de toda la Comunidad. «Se trata de ver sensibilidades provinciales, comarcales y sectoriales y no sólo provinciales para buscar un modelo integrador y de futuro», apuntó Navarro.

Menos subvenciones

En el caso de la reunión con Coepa, según las fuentes consultadas, Salvador Navarro y Francisco Gómez acordaron retomar el diálogo sobre la base de la reforma de estatutos que se pactó para Cierval y que no pudo llevarse a la práctica ante la premura de su situación económica. Un documento que preveía una organización menos dependiente de las subvenciones públicas y con la participación de empresas particulares y de asociaciones sectoriales en la asamblea -en la actual Cierval este órgano está formado exclusivamente por los representantes de las tres patronales provinciales-.

La principal diferencia sería que, si entonces se preveía reservar un 10% de los votos para cada una de las organizaciones provinciales, ahora Coepa sería la única que mantendría una personalidad jurídica propia y diferenciada, ya que se da por hecho que la patronal de Castellón irá a liquidación y la patronal de Valencia es la que se transformaría en autonómica. Alicante también tendría una vicepresidencia garantizada en esta nueva estructura.

Así pues, el principal escollo estará en las negociaciones económicas. Aunque Coepa aspira a mantenerse únicamente con las cuotas de sus socios -algo más que posible con su actual estructura, con tan sólo dos trabajadores-, lo cierto es que la organización alicantina todavía necesitará una aportación extra durante los próximos tres años para cumplir con el plan de viabilidad que le permitió salir del concurso de acreedores el pasado mes de diciembre, debido a los pagos pactados con el Fogasa y los antiguos empleados, entre otros.

Por eso, la patronal alicantina quiere garantizarse, por un lado, que durante este tiempo no sufrirá una fuga significativa de socios hacia la nueva patronal de la Comunidad -de ahí su insistencia en un modelo de doble adscripción provincial y autonómico- , y, por otro, que seguirá recibiendo fondos de la Ley de Participación Institucional, los que paga el Consell a los agentes sociales por su presencia en organismos públicos. En este sentido, para contentar a Valencia, Coepa estaría dispuesta a negociar algún tipo de régimen transitorio que garantizara la llegada de dinero durante estos años, aunque el sistema definitivo fuera diferente.

En cualquier caso, las negociaciones no han hecho más que empezar y, tras la reunión de sus presidentes, se ha decidido poner en marcha una comisión con el objetivo de acordar los detalles. Por parte de Coepa los negociadores serán el tesorero, Antonio Galvañ, y el secretario general, José Ramón Lillo; mientras que la CEV estará representada también por su secretario genera, Miguel Ángel Javaloyes, y su directora, Inmaculada García. De ellos depende el futuro de las patronales de la Comunidad.