El conseller de Economía, Rafael Climent, sufrió ayer en sus propias carnes el descontento que buena parte del empresariado alicantino tiene por las políticas del Ejecutivo autonómico y por el trato que éste otorga a la provincia. Fue durante el encuentro que mantuvo con los miembros del Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca), al que acudieron más de medio centenar de empresarios, y en el que su presidente, Perfecto Palacio, no tuvo reparo en denunciar la «infrafinanciación» de la provincia por parte de la Generalitat, la falta de apoyo del ejecutivo autonómico a algunos proyectos clave como la zona franca o los palo de ciego que el Consell ha dado en materias como la libertad de horarios comerciales, el planeamiento urbanístico o la tasa turística.

Sin perder en ningún momento el tono cordial del encuentro, Palacio lamentó que la falta de inversión pública haya convertido a Alicante en «una tierra repleta de "casis": casi tenemos dos carriles para entrar al aeropuerto, casi tenemos agua a un precio razonable para riego, casi tenemos una fluida conexión por tren entre Madrid y Benidorm, casi tenemos Corredor Mediterráneo», enumeró las principales infraestructuras pendientes.

En este sentido, el empresario reconoció que la falta de financiación que sufre la Comunidad Valenciana, que calificó de «inmoralidad». Por eso, apuntó, «resulta duro admitir que esa misma infrafinanciación la suframos de manera interna», dentro de la autonomía y recordó que, según los cálculos de Ineca, en los últimos ocho años la Generalitat ha invertido en Alicante 267 millones de euros menos de los que le corresponderían por población. «No sé si se puede hablar de infrafinanciación al cuadrado o de injusticia doble», espetó al conseller.

También afeó a Climent la falta de respaldo desde a Valencia a proyectos que Ineca considera claves para la provincia, como el de la creación de una zona franca. «Nos preocupa leer en los medios mensajes confusos sobre el dubitativo apoyo del Consell al proyecto», señaló Perfecto Palacio durante su alocución para inaugurar el encuentro.

Fuga de oportunidades

Pero la cosa no quedó ahí y Palacio también lamentó la «incertidumbre» que estaban generando algunas políticas del Consell. Una incertidumbre que, apuntó, «es el primer aliado de la fuga de oportunidades e inversiones», especialmente necesarias en un momento como el actual, en plena recuperación económica. En primer lugar citó el caso de la tasa turística, sobre la que el Ejecutivo autonómico no acaba de decidirse y que, a juicio de Ineca, provocará una desventaja de la Costa Blanca frente a sus competidores. También señaló que los cambios propuestos por la Generalitat en el ordenamiento urbanístico -con el Pativel- impide a los promotores «planificar» y debilita la recuperación de la construcción. Igualmente censuró el aumento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones e, incluso, criticó que el Consell trate de acotar la libertad de horarios comerciales, uno de los temas que más quebraderos de cabeza ha ocasionado al conseller de Economía.