La nómina de empleados públicos vuelve a caer en la provincia tras el espejismo que supuso el año 2015, cuando los ayuntamientos alicantinos se permitieron el lujo de reforzar sus plantillas coincidiendo con el año electoral, a pesar de los apuros presupuestarios que sufren la mayoría de ellos. Ahora son estos mismos consistorios los que se han visto obligados a sacar la tijera y los que han provocado que en un sólo año hayan desaparecido en la provincia 1.842 puestos de trabajo vinculados al sector público, según los datos del Registro Central de Personal que acaba de hacer públicos el Ministerio de Hacienda, referidos al pasado 30 de junio.

Así, al cierre del primer semestre del año dependían de una nómina pública 75.625 alicantinos frente a los 77.467 de un año atrás. Una diferencia de 1.842 personas, como ya se ha dicho, aunque la evolución ha sido muy distinta, según la Administración que se analice. De esta forma, la plantilla que los ministerios y los distintos organismos dependientes del Estado tienen en Alicante se ha mantenido prácticamente estable, al sumar 10.086 efectivos a finales de junio de este año, 38 más que en la misma fecha de 2015.

De ellos, los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad son los más numerosos, con 4.437; seguidos por los empleados de los distintos ministerios y entes dependientes de la Administración General del Estado, con 3.621 efectivos; y las Fuerzas Armadas, con 1.082.

También la Generalitat continúa con cifras muy similares a las de 2015, tras los fuertes recortes aplicados en los ejercicios anteriores. El Consell paga en la provincia 41.159 nóminas todos los meses (41 menos que un año atrás), de las que la mayoría corresponden al sector educativo -21.731- y a los empleados de la sanidad pública -15.098-. Las universidades, por su parte, incrementan sensiblemente su personal durante el citado periodo, al pasar de 5.525 a 5.801 empleados. Todas las cantidades incluyen, tanto a funcionarios, como a personal laboral, siempre que cuente con un contrato de al menos seis meses.

Frente a estos números contrasta la evolución de los ayuntamientos, que registran un fuerte recorte de sus efectivos, superior al 10%, según las citadas fuentes. En concreto, los consistorios alicantinos reducen sus plantillas desde los 20.694 empleados públicos hasta los 18.579 y todo ello en apenas un año después de la celebración de los comicios, lo que da cuenta de los esfuerzos que los nuevos equipos de gobierno municipales están realizando para controlar sus cuentas.

Descenso acumulado

A pesar de que ahora son los ayuntamientos los que están sacando la tijera, si se mira en perspectiva es la Generalitat la que ha suprimido más puestos de trabajo desde el año 2012. En total, en este tiempo se han perdido en Alicante 7.954 empleos públicos por los recortes y las medidas impuestas desde el Gobierno central -que impedían reponer a los funcionarios que se jubilaban-, de los que 4.564 correspondían a la Administración autonómica. Los consistorios, por su parte, han suprimido 2.709 empleos en estos cuatro años y el Estado otros 761. Sólo recientemente el Gobierno ha aceptado ampliar las convocatorias de empleo público.