En nuestra vida laboral, hay días buenos, malos y regulares. Siempre lo es, pero en los tiempos que corren es más difícil aún tener un día muy bueno, especialmente bueno. Pero el pasado miércoles, con motivo de la entrega de la I Edición de los Premios IN4Bankia, lo tuvimos. Por el alto nivel de las ciento veintitrés empresas participantes, y por el ejercicio de transparencia que ha supuesto tener durante tres meses todas las candidaturas (con los méritos, los lemas y el material multimedia que se les pedía) disponibles en un «site» alojado en la web digital del diario INFORMACIÓN, para que cualquier internauta pudiera acceder a la información suministrada voluntariamente por las empresas.

Pero fue también un día muy bueno porque el éxito de la iniciativa tiene muchos padres: un patrocinador que nos pide una propuesta diferente, y que nos deja llevarla a cabo tal y como se la planteamos; un jurado compuesto por profesionales externos al periódico que demuestran compromiso y responsabilidad; y unas empresas participantes que aceptaron las normas establecidas en las bases (selección, primero, de unos finalistas, y posteriormente de los ganadores, que se dieron a conocer en la misma gala), y la exigencia de humildad que ello implicaba para muchas de ellas, con méritos más que sobrados y demostrados a lo largo de mucho tiempo, y que no necesitan demostrar nada a esta alturas (o mejor dicho: que lo demuestran todos los días).

A todos, por lo tanto, les agradecemos el esfuerzo que ha supuesto esta iniciativa (que no es nueva: en la provincia hay muchos premios dedicados al mundo empresarial, y con especial tradición y prestigio los de la Cámara de Comercio, los de la Asociación de la Empresa Familiar y los de Jovempa), y que tuvo como colofón el acto en el Club INFORMACIÓN el pasado miércoles. Y es que creemos que todas las iniciativas suman para valorar el ecosistema empresarial que tenemos, fortaleza imprescindible para explicar el dinamismo y la apertura de miras de esta provincia.

Y más allá: lo que pretendíamos era abrir una ventana (insertada en nuestra edición digital, durante casi cien días) para trasladar una imagen, positiva y real a la vez, de ese ecosistema, y que todo aquel que quisiera pudiera leer, ver y conocer las historias de las empresas. Porque cada empresa (un conjunto de personas, cada una de su padre y de su madre -de clases, credos e ideologías diferentes- que se tienen que poner de acuerdo, todos los días, en un objetivo común) es, en sí misma, una aventura y una historia. Y en INFORMACIÓN nos dedicamos a eso: a contar historias.

Enhorabuena a los ganadores, a los finalistas, pero sobre todo a esas ciento veintitrés empresas que se atrevieron a abrir esa ventana.