La patronal autonómica Cierval se va a ver abocada, casi sin posibilidades de marcha atrás, a presentar el preconcurso de acreedores de forma inmediata una vez que la Generalitat le ha denegado el aplazamiento de una deuda de aproximadamente 600.000 euros que debía abonar el próximo día 20. El viernes, el comité y la junta directivas de la Cierval se reunirán para analizar las cuentas de la organización y para decidir si presentan el concurso.

La situación se ha agravado aún más esta mañana durante la reunión de los presidentes de Cierval y las tres provinciales que la integran, junto a los secretarios generales, donde se ha optado por aplazar la asamblea extraordinaria que se había convocado para el 20 de diciembre con el objetivo de aprobar la reforma de sus estatutos ante la falta de acuerdo. Según los representantes valencianos, por las numerosas pegas que han puesto desde Coepa, aunque fuentes de la patronal alicantina aseguran que son matices lo que queda por negociar y que, simplemente, se quiere «dejar madurar» el proyecto de reforma hasta tenerlo completamente claro.

El problema es que, sin la reforma estatutaria, el futuro de Cierval se ensombrece aún más, dado que esos cambios eran imprescindibles para garantizar su viabilidad, incluso inmersa en un concurso de acredores.

Se mantiene la asamblea ordinaria el día 20 para aprobar las cuentas de Cierval.