Las dificultades que, al igual que España, puedan tener otros países para introducir sus productos agrícolas en el Reino Unido como consecuencia del Brexit, podría derivar en un aumento de la «presión en el mercado» español, según advierte el estudio de la consultora KPMG sobre el sector de la alimentación y tendencias 2016. Esta alerta hace alusión a un posible incremento de las importaciones agrícolas en el mercado español, uno de los temores que, igualmente, expresan desde Asaja o la Unió de Llauradors.