Bonnysa Agroalimentaria tiene la intención de mantener en funcionamiento el centro de trabajo de Maset, donde envasa los productos que comercializa bajo la marca Chanita, a pesar del Expediente de Regulación de Empleo que ha comunicado a los sindicatos. De esta forma, el recorte de personal -que aún no se ha cuantificado- no supondrá el cierre definitivo de la planta, tal y como temían los representantes del personal, según confirmaron a este diario fuentes oficiales de la compañía, que encuadraron la decisión dentro de los ajustes necesarios «que exige el nuevo modelo de negocio de la empresa».

En otras palabras, a la caída del volumen de actividad que ha supuesto el proceso de desenganche de Mercadona, aunque desde la empresas se resistan a citar a su antiguo socio. Un proceso que llega ahora a su fin después de tres años en que la firma de Mutxamel ha ido reduciendo la cantidad de producto que sirve a la cadena valenciana -de la que ha dejado de ser interproveedor- para centrarse en la exportación y aumentar su cuota en otros distribuidores nacionales.

La división de Chanita se ha visto especialmente afectada por esta separación de Mercadona ya que era la responsable de proveer a los supermercados de la familia Roig el plátano envasado, kiwis, dátiles y otras frutas tropicales, productos que la compañía no exporta a otros países, con excepción de la papaya. Ahora la firma se centrará en suministrar estos productos a otras cadenas y distribuidores nacionales.

Desde la dirección de Recursos Humanos de Bonnysa señalan, además, que la compañía tratará de minimizar los efectos de la reestructuración con medidas alternativas a los despidos, como la recolocación del mayor número de empleados en otras divisiones de la firma. En la actualidad Chanita cuenta con 115 trabajadores indefinidos y otros 10 que son fijos discontinuos.