En una planta en la que el principal lubricante que se utiliza es el queroseno, son muchas las posibilidades de que se produzcan incendios y, también, de que se propaguen muy rápidamente. Por eso, en casos como el de Aludium no pueden permitirse el lujo de esperar ni siquiera unos minutos hasta que lleguen los bomberos y son los propios trabajadores los que deben recibir formación continua para actuar de inmediato y contener el fuego hasta que puedan hacerse cargo los profesionales.

En total, son 67 empleados los que conforman la brigada de emergencias de la planta, que ayer puso a prueba sus conocimientos con la realización de un simulacro a gran escala. Así, tras comprobar la efectividad del sistema automático de extinción de incendios en la zona de laminación, con la descarga de más de 3.500 kilos de dióxido de carbono, la brigada tuvo que controlar dos fuegos en el exterior de la planta y simular el rescate de un trabajador atrapado.

El ejercicio también permitió comprobar el tiempo de desplazamiento que necesitan los bomberos del Ayuntamiento de Alicante para acudir al lugar ante una emergencia, que ayer fue de ocho minutos. Una cifra que, según los responsables de la planta, resulta aceptable ya que la brigada puede controlar el fuego por sus propios medios hasta un máximo de unos 10 minutos.

El simulacro forma parte de los actos programados por la multinacional con motivo de su «Semana de la Seguridad», una iniciativa que la compañía decidió poner en marcha tras el fallecimiento el pasado año de una de sus trabajadoras, la delegada de CC OO María del Carmen Martínez, por la que se guardó un minuto de silencio. Al acto acudieron la directora general de Trabajo y Bienestar Laboral, Cristina Moreno, y el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri.