La facturación de las empresas alicantinas, sobre todo las de cierto tamaño, empieza a crecer a buen ritmo y eso significa, entre otras cosas, más necesidad de financiación para circulante, es decir, más crédito. Un dato que no se le escapa al Deutsche Bank, que quiere aprovechar esta recuperación y el proceso de internacionalización que han emprendido muchas firmas locales para dar un salto cualitativo en su negocio en la provincia.
En concreto, tras haber crecido a un ritmo anual de entre un 15% y un 20% durante los últimos ejercicios, el objetivo que se ha marcado ahora el banco es duplicar su actual cuota de negocio entre las empresas alicantinas en los próximos tres años, lo que supondría acaparar el 10% de toda la facturación que realizan las firmas de la provincia en servicios bancarios, según explica el director regional de Empresas de Deutsche Bank, Basilio Pascual.
Y lo quieren hacer por una doble vía. Por un lado, con la captación de nuevos clientes, que se sumarían a los 1.900 que la entidad ya tiene en este segmento en la demarcación, de los que alrededor de 400 son compañías que facturan más de cinco millones anuales. Y, por otro lado, aprovechando el crecimiento de las compañías que ya trabajan con ellos y que supone «una gran oportunidad para el banco».
Exportación
Pero, además, Deutsche Bank también quiere sacar partido al cada vez mayor número de empresas que opta por la exportación, un área en la que cuenta con la ventaja sobre sus competidores de ser un banco global, con presencia en la mayor parte de países del mundo. La entidad, además, asegura que los recortes de plantilla que aplicará en Alemania por las pérdidas sufridas el año pasado no afectarán a la actividad en España.
