La recuperación de la actividad en el sector inmobiliario, con una previsiones que apuntan al inicio de 5.000 nuevas viviendas en la provincia a lo largo de este año, ha vuelto a despertar el interés de los promotores por la adquisición de suelo para desarrollar nuevos proyectos, lo que ha beneficiado especialmente a la Sareb. La sociedad impulsada por el Gobierno para absorber los activos tóxicos de las cajas quebradas durante la crisis, que se había convertido en uno de los mayores terratenientes de la zona, está viendo cómo se aceleran sus ventas de terrenos y sus perspectivas no dejan de mejorar.
Así, en el último año y medio el también conocido como «banco malo» ya ha logrado cerrar al menos 16 operaciones de importancia por toda la provincia, que se ha convertido en uno de los mercados más dinámicos en este aspecto, según afirman sus responsables. Prueba de ello es que estas operaciones se reparten por todo el territorio y afectan a diez municipios distintos, eso sí, la mayoría ubicados en el litoral, que es donde más se nota el tirón de los compradores extranjeros de segunda residencia.
De este forma, a lo largo del pasado ejercicio la Sareb logró colocar dos solares en Alicante capital, la misma cantidad que en Xàbia, Orba y l'Alfàs del Pi. También vendió parcelas en Altea, Dénia, Polop y Elche, de acuerdo con la información facilitada por la propia compañía.
Por lo que respecta al presente 2016, las operaciones más destacadas en lo que va de año son la venta de 48 parcelas para la construcción de viviendas unifamiliares en la zona de Cap Martí de Xàbia; y el traspaso de cuatro suelos para uso residencial y terciario en el sector La Alfarera, en Finestrat, que se encuentra actualmente en fase de urbanización y donde ya se ha realizado la parte correspondiente al campo de golf.
Un ejemplo de que la recuperación inmobiliaria se empieza a notar también en el interior es la venta de una parcela para edificación plurifamiliar en Alcoy, mientras que en el extrarradio de la ciudad de Alicante se ha vendido otro solar que está catalogado para uso industrial.
En cuanto al perfil de los compradores, desde Sareb señalan que la inmensa mayoría son promotores locales, que conocen la zona y el potencial de los terrenos. También hay cooperativas, una fórmula que empieza a recuperar importancia tras los fiascos que sufrieron muchas de ellas por la crisis.
En cuanto a los precios, desde la sociedad presidida por Jaime Echegoyen aseguran que no se están produciendo grandes descuentos, entre otras cosas, porque la Sareb tiene vetado vender sus activos por debajo del valor de tasación que le obligó a calcular el Banco de España. Es decir, que «no se trata de saldos, son terrenos vendidos a precios de mercado», insisten desde la compañía.
En toda España, la venta de suelo supuso el año pasado el 44% de los ingresos de la Sareb y, de hecho, por primera vez, la facturación en este segmento superó a la obtenida con la comercialización de viviendas propias.
Primera obra parada
Además de la venta de parcelas, el «banco malo» también acaba de cerrar este verano su primera operación en la provincia dentro de la campaña específica que puso en marcha para desprenderse de las promociones sin terminar que heredó de entidades como Bankia, Novagalicia o Cajamurcia. Se trata de una promoción de 91 viviendas que se encuentra en un grado de ejecución del 25% en la zona del PAU 5 de Alicante. No ha trascendido el importe de la operación.
