Ni la crisis ni los profundos cambios que están provocando las nuevas tecnologías han logrado, por el momento, acabar con las enormes diferencias salariales que se registran entre los distintos sectores económicos sectores económicosde la provincia, que están muy relacionadas con el nivel de cualificación que requieren sus trabajadores pero, también, con el grado de innovación y productividad de las empresas, o las condiciones que históricamente hayan marcado sus respectivos convenios colectivos.
Una situación que lleva a que en la actualidad el salario medio ordinario de un empleado de banca alicantino triplique al que recibe un camarero -2.671 euros brutos mensuales frente a 856, según la Encuesta Trimestral de Coste Laboral que elaboran el Instituto Nacional de Estadística-, aunque también es cierto que en este último caso influye mucho en la media el peso cada vez mayor que tiene el empleo a tiempo parcial en los bares y restaurantes de la zona.
Unas diferencias que no son nada baladíes, sobre todo si se tiene en cuenta que uno de cada siete empleos de la provincia depende de la hostelería y que una cantidad incluso superior está relacionada con el comercio minorista, otro de los sectores que peor paga, con 1.161 euros brutos mensuales. El resultado es que el salario medio en la provincia y en el conjunto de la Comunidad Valenciana se sitúa en tan sólo 1.476 euros brutos frente a los 1.635 del conjunto del país, es decir, 159 euros menos cada mes.
«Mientras no cambie el tipo de empleo que se genera y se potencien sectores de mayor valora añadido, como la industria o las tecnologías de la información, va a ser difícil que se reduzca esta brecha», asegura Víctor Tatay, responsable en la autonomía de Adecco, compañía que acaba de publicar un informe sobre el tema. En la actualidad, según los datos facilitados por la consultora, sólo el 30,9% de los puestos de trabajo de la Comunidad son empleos cualificados, aunque la cifra crece poco a poco.
Del mismo modo, Tatay tampoco prevé grandes subidas de salarios generalizadas a corto plazo aunque sí se espera una progresiva tendencia al alza. De hecho, en el último año ya se ha percibido una ligera mejora aunque, si se mira con retrospecitiva, el sueldo medio actual en la provincia se sitúa prácticamente en los mismos niveles de hace cinco años -entonces eran 1.481 euros frente a los 1.476 actuales, según el INE-, tras haber experimentado ligeras fluctuaciones al alza y a la baja a lo largo de este tiempo. O en otras palabras, que en la práctica los trabajadores alicantinos llevan con el sueldo congelado más de cinco años, cuando no han visto caer sus ingresos.
Eso sí, al menos la caída de los precios que ha provocada la bajada del petróleo ha permitido ganar algo de poder adquisitivo en los dos últimos ejercicios.
Economía sumergida
En cualquier caso, lo que parece claro es que las diferencias de salarios entre sectores se van a mantener. En la actualidad la actividad que peor paga a sus trabajadores en la provincia es la hostelería, con un sueldo medio por empleado de apenas 856 euros mensuales (620 por debajo de la media); seguida por el sector de los servicios personales (peluquerías, esteticistas, personal doméstico... ), con 954 euros; y el comercio minorista, con 1.161.
En estas cifras tan bajas de la restauración influye decisivamente el gran volumen de empleados a tiempo parcial, cuya retribución baja enormemente la estadística, pero incluso si se tiene en cuenta únicamente el salario de los ocupados a jornada completa, los ingresos medios de un camarero -1.398 euros brutos- siguen estando casi 400 euros por debajo de la media del resto de trabajadores de la zona en las mismas condiciones.
Curiosamente, patronal y sindicatos coinciden en señalar que uno de las principales motivos de estos salarios tan bajos se encuentra en la economía sumergida, muy extendida en el sector. «El problema real son todos esos trabajadores a los que se contrata a media jornada y luego trabajan todo el día. Los que tienen suerte cobran en negro las horas de más pero muchos lo hacen por el mismo sueldo», se lamenta el secretario general de la Federación de Servicios de Movilidad y Consumo de UGT en l'Alacantí, Eduardo Vacas. «Los salarios fijados en convenio no están mal, rondan los 1.300 euros brutos, más pagas extra; el problema son los abusos», insiste el sindicalista.
También la presidenta de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, María del Mar Valera, se lamenta «de la gente que no paga a sus empleados lo que debe y da mala imagen al sector» y denuncia la «competencia desleal» que suponen los establecimientos que pagan en negro a su personal, con el recorte de costes que esto supone, lo que obliga a los demás a rebajar precios.
Valera también reconoce que los bajos salarios que pagan los locales hace que la de camarero sea, en muchas ocasiones, una profesión «de paso», que muchos utilizan como puente hacia otras actividades. «Eso sí, si encuentras un buen profesional luchas por quedártelo y esos sí que cobran bien», asegura.
Condiciones a la baja
En el lado opuesto al de la hostelería se mantiene el sector de finanzas y seguros como el que mejor paga a sus profesionales. Según la citada Encuesta de Coste Laboral, que se elabora con los datos que facilitan más de 28.000 empresas de todo el país, los empleados de bancos y aseguradoras reciben de media 2.671 euros brutos mensuales, un 80% más que el común de los trabajadores de la zona. La lástima es que se trata de un sector que ha reducido considerablemente sus plantillas en los últimos años, a medida que desaparecían las cajas de ahorros autóctonas y que el resto de entidades cerraba sucursales, lo que significa que cada vez son menos los afortunados que cobran estos salarios.
Además, como señala Rafael Pomata, de CC OO, tampoco es oro todo lo que reluce y las condiciones laborales del sector están empeorando por momentos. «Hay que tener en cuenta que los bancos tienen mucho cargo intermedio y que la gente con antigüedad cobra bien porque se arrastran las condiciones pactadas en los convenios de los años cuando la CAM o Bancaja ganaban mucho dinero. Pero la situación es muy distinta para los que entran nuevos», explica Pomata.
De hecho, el último convenio del sector ha incorporado una nueva categoría para los empleados de primer año en la que los salarios apenas llegan a los 1.000 euros, según el representante de CC OO. Aún así, resulta innegable que la mayoría de ocupados en el negocio de las financias siguen siendo unos privilegiados.
Funcionarios
Junto a la banca es el sector público el empleador que mejor paga. Así, en el caso de la sanidad y los servicios sociales el salario medio se sitúa en unos notables 2.143 euros mensuales, mientras que el resto de trabajadores de la Administración Pública recibe una media de 1.877 euros, también una cantidad más de 400 euros por encima de la media. Un caso aparte es la educación donde, según el INE, la paga mensual media es de tan solo 1.251 euros, lo que colocaría a trabajadores entre los profesionales con retribuciones más bajas.
No obstante, también aquí hay que tener en cuenta la enorme diferencia entre los trabajadores a tiempo completo -los profesores y maestros de colegios e institutos- que cobran cerca de 1.800 euros mensuales, y aquellos empleados del sector que sólo trabajan unas horas, como los profesores de academias o los asociados de las universidades, que sólo ingresan unos 644 euros.
En cuanto a la industria, se vuelve a producir una dicotomía. Mientras que aquellas ramas con mayor presencia en la provincia, como el calzado o el agroalimentario, cuentan con salarios más bajos que la media; son la industria química y las firmas de suministro de energía, con menos empleados en la zona, las que mejor recompensan a sus plantillas. En el caso de la industria zapatera la retribución media se sitúa en los 1.338 euros. Por último, en la construcción los salarios se sitúan en estos momentos en los 1.457 euros.
