El sector exterior, que durante los años de la crisis contribuyó decisivamente a evitar un mayor deterioro de la economía provincial, empieza a dar síntomas de agotamiento. Y lo hace, además, a contracorriente, cuando en el resto del país se ha alcanzado un nuevo récord exportador. De acuerdo con los datos divulgados ayer por el Instituto de Comercio Exterior, los envíos de productos alicantinos al extranjero se redujeron nada menos que un 10% durante el pasado mes de junio, hasta los 416,8 millones de euros, lastrados por el fuerte descenso de las ventas de calzado, que se desplomaron más de un 32%, y, en menor medida, por los malos resultados obtenidos también en la comercialización de mármol en bruto y de frutas de temporada.

Pero lo peor es que se trata ya del tercer tropiezo de este año -las exportaciones también bajaron significativamente en marzo y en abril-, lo que ha llevado a que, por primera vez desde 2010, se haya cerrado el primer semestre con cifras negativas. En concreto, los 2.642 millones de euros que los empresarios alicantinos lograron facturar en el exterior entre los meses de enero y junio supone una caída del 2,4% sobre las cifras obtenidas en el mismo periodo del año anterior.

Unos números que contrastan con el incremento del 2,3% contabilizado en el mismo periodo a nivel nacional -España batió su récord de exportación durante el primer semestre del año, con 128.041 millones-, o con el aumento del 8,9% que se registró en el conjunto de la Comunidad Valenciana, gracias al tirón de los motores y los automóviles que salen de la fábrica de Ford en Almussafes, que por sí solos suponen más de una cuarta parte de todo el comercio exterior de la autonomía.

En el caso de la provincia de Alicante, el descenso de las exportaciones también tiene un nombre propio, el del sector zapatero que, tras haber duplicado sus ventas entre los años 2009 y 2015 -de 810 a 1.576 millones de euros-, está sufriendo una importante corrección este ejercicio. En el mes de junio el desplome fue especialmente intenso, al retroceder la facturación un 32,2% con respecto a las cifras conseguidas el año pasado (de 118 a 80 millones de euros), pero la caída acumulada en lo que va de año también empieza a ser significativa, con un retroceso del 14,4% para el conjunto del primer semestre.

La presidenta de la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal), Marián Cano, reconoce la «preocupación» del sector por estas cifras aunque sostiene que aún no se han disparado las alarmas, a la espera de lo que ocurra en la próxima temporada de ferias -especialmente en la de Milán, que arranca el próximo día 3 de septiembre-, «donde se podrá pulsar lo que piensan los clientes».

Bajada del consumo en Europa

Lo que sí tienen claro es que el descenso actual se debe al desplome de las ventas que se ha producido en los principales mercados europeos por diversos motivos, que van desde la caída de la libra como consecuencia del «Brexit» en el Reino Unido, a la paralización de la actividad en Bélgica por los atentados terroristas o las protestas laborales que se registran en Francia y que han retraído el consumo en este país, su principal cliente. Al respecto, el sector trabaja para diversificar el destino de sus productos, que en la actualidad se concentran en un 70% en la UE.

En cualquier caso, el calzado no es el único sector exportador que atraviesa una mala racha, aunque el peso tan importante que tiene hace que prácticamente la cifra global de exportaciones de la provincia se mueva al son que éste marque. En lo que va de año también se ha desplomado un 24% la venta bloques de mármol en bruto (de 84 a 63 millones), aunque en este caso este descenso se ha visto parcialmente compensado por el aumento de las exportaciones de piedra trabajada, que pasan de 75 a 83 millones de euros.

Algo similar ocurre en el sector agroalimentario, donde los envíos de fruta de temporada aún acusan los efectos del veto ruso y retroceden un 4,8%, mientras crecen las ventas de hortalizas y verduras (+14,8%) y las de conservas (+30,7%). Por su parte, el sector del plástico, el juguete o las manufacturas de aluminio logran cerrar el semestre con cifras positivas, a pesar de que en el mes de junio también sufren un tropiezo en su evolución.