Nadie les ha dado todavía su primera oportunidad. Más de un tercio de los jóvenes alicantinos que se encuentran en paro -en concreto, el 35,87% de los inscritos en las oficinas del Servef- nunca ha tenido un empleo con anterioridad. Es decir, nunca ha logrado incorporarse de forma efectiva al mercado laboral. Así lo pone de manifiesto un informe realizado por el sindicato UGT de l'Alacantí- La Marina, que también destaca la precariedad y la alta tasa de desempleo que afecta a este colectivo tras casi dos años de supuesta remontada económica.
Y es que, a pesar de la mejora experimentada en el mercado laboral en este tiempo, prácticamente la mitad de los jóvenes menores de 25 años de la provincia que quiere trabajar sigue sin poder hacerlo, un porcentaje que es aún mayor (del 51,3%) entre las mujeres.
Del total de 9.915 parados registrados con estas edades en Alicante, un 50,3% procede del sector servicios, un 7,76% ha trabajado previamente en la industria, un 3,04% en la agricultura y un 2,4% en la construcción. Esto deja un sorprendente 35,87% de jóvenes desocupados que jamás ha tenido un empleo remunerado, lo que dificulta aún más su inserción ya que las empresas tienden a rechazar a los candidatos sin experiencia.
«Es la pescadilla que se muerde la cola. Sin experiencia no te contratan y si no te dan la oportunidad, nunca tendrás experiencia», señala la autora del informe, la coordinadora del área externa de UGT en L'Alacantí-La Marina, Yolanda Díaz, quien llama la atención sobre el hecho de que este porcentaje tan alto de los que buscan su primer empleo se mantenga año tras año. Por eso, desde la central reclaman un «plan de choque por el empleo, que contemple medidas específicas para facilitar la incorporación de estos jóvenes al mercado laboral». En este sentido, Díaz cree que la iniciativa «Avalem Joves» de la Generalitat puede ser un buen comienzo aunque no suficiente.
A media jornada
En cuanto a la situación de aquellos que sí consiguen trabajar, las perspectivas tampoco son nada halagüeñas. Hasta el 70,9% de los ocupados de menos de 25 años de la provincia sólo tiene un empleo temporal, una cifra que, además, tiende a aumentar ya que apenas el 7% de los nuevos contratos que firma el colectivo son indefinidos. A esta precariedad casi crónica hay que sumar el avance del empleo a tiempo parcial, que supone unos menores ingresos para quienes lo sufren ya que son muy pocos los que se encuentran en esta situación por voluntad propia.
Los empleos por horas o a media jornada ya suponen el 53,78% de las nuevas contrataciones de menores de 30 años en la provincia, y hasta el 58,27% del total si se tienen en cuenta únicamente a los que tienen entre 18 y 24 años. «A medida que se ha flexibilizado el mercado de trabajo, la calidad en el empleo de los jóvenes ha ido deteriorándose», señala el documento, que asegura que los nuevos trabajadores se encuentran entre «los más perjudicados por la reforma laboral».
Si, en términos generales, los sindicatos denuncian que el mercado laboral de la provincia se ha convertido en un «monocultivo» del sector turístico por elevado peso de esta actividad en el empleo generado en los últimos tiempos, en el caso de los jóvenes su preponderancia es aún mayor. El informe destaca que hasta el 27,7% de todos los contratos suscritos por jóvenes en la provincia durante el pasado año fue para desempeñar tareas de camarero o similar. Es decir, más de uno de cada cuatro. «Es la única opción que tienen muchos jóvenes que necesitan ganar dinero y que no logran colocarse en la profesión que han estudiado por la falta de experiencia», se lamenta Yolanda Díaz. La segunda ocupación con más contrataciones entre los menores de 25 años es la de dependiente (15,86% del total), seguida por la de peón industrial y peón agrícola.
