El refugio que tradicionalmente ha supuesto el sector de los trabajadores autónomos en las épocas de crisis está registrando un vuelco significativo en los dos últimos años por la mejora de la economía y la implantación de las nuevas tecnologías en el mundo de los negocios. Dos factores que están cambiando el modelo hacia una mayor profesionalización, a tenor de los perfiles de los nuevos autónomos.
Si durante los momentos más crudos de la recesión, los «autónomos por necesidad» - trabajadores recién despedidos o los que llevaban varios años sin empleo y que se lanzaban a la aventura abriendo un negocio, en el 63% de los casos, en el sector servicios- representaban alrededor del 80% del colectivo en la provincia, «ahora la cifra se situaría en el 50%», un 30% menos, estimaba, Javier Pastor, secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos del País Valencià (UPTA-PV).
«La gente ha cogido miedo», explicaba Pastor porque ha habido experiencias «muy dramáticas de personas que han capitalizado las ayudas del paro o pedido créditos para iniciar un proyecto, pero cuando han tenido que cerrar, se han visto con deudas». Durante la crisis, se han disparado las altas, «lo que ha creado una "burbuja de autónomos", que, no obstante, aún continúa, pero también se han registrado muchas bajas y es porque a los que se iniciaban como "autónomos por necesidad" no les explicaban los inconvenientes», añadía el representante de UPTA. Estos conformaban un perfil de personas que creaban su propia empresa «sin gran experiencia en el sector». De ahí los cierres al año o dos años de trayectoria, añadía Pastor.
Con los primeros síntomas de la recuperación y el ligero repunte del mercado laboral, con más ofertas de empleo, los parados buscan más un trabajo por cuenta ajena, en vez de lanzarse a un proyecto profesional. Un reciente informe de Adecco, empresa del sector de recursos humanos, reflejaba que siete de cada diez autónomos preferiría trabajar por cuenta ajena a tiempo completo por «tranquilidad y seguridad».
Negocios con nuevas tecnologías
Aun así, están irrumpiendo con fuerza en el colectivo «los autónomos con proyecto y planes de viabilidad. Son jóvenes altamente cualificados que montan su empresa para dar servicio a otras», explica Pastor, quien vaticina que en un unos años este perfil de «freelance» con proyecto tendrá protagonismo y dará más estabilidad al colectivo. Son los emprendedores que apuestan por las nuevas tecnologías y la economía digital y que en este momento suponen, a nivel general, el 17% entre los autónomos, seguidos por los que encuadran en el sector de la construcción, que suponen el 14%. De acuerdo con la encuesta de Adecco, el 51,2% de los emprendedores utiliza su domicilio como lugar de trabajo habitual, un 23,8% usa un local alquilado y el 9,9% recurre el espacio «coworking» -compartir un mismo espacio de trabajo- con otros profesionales. Sólo un 6,3% tiene un local en propiedad.
En la mayoría de los casos (82%) no tienen empleados y entre el 20% restante, el 16,2% tiene menos de cinco trabajadores en plantilla. Pese a que estos profesionales parece que son el futuro del colectivo, aún encuentran muchas trabas para iniciar su aventura empresarial. Un 54,3% señala como el mayor obstáculo las elevadas cargas sociales y un 47% critica la elevada fiscalidad, según Adecco.
En los dos últimos años la afiliación a la Seguridad Social de autónomos comienza a remontar en la provincia, tras seis años de descensos continuados. Desde el inicio de la crisis, el ejercicio de 2013 fue el de mayor retroceso. Los emprendedores cotizantes bajaron en junio a 112.017, frente a los 132.527 del mismo mes de 2008. No obstante, en 2014 comenzó a notarse el repunte. Y en junio pasado ya eran 123. 852 los autónomos alicantinos registrados, según datos del Ministerio.
