Henderson Global Investors, Columbia Threadneedle y Canada Life se han convertido este miércoles en las tres últimas gestoras en anunciar la suspensión de la negociación de fondos inmobiliarios en Reino Unido, elevando a seis el número de entidades que en menos de 48 horas han aplicado este 'corralito' en respuesta al incremento en las solicitudes de reembolso provocado por la incertidumbre tras la victoria del 'Brexit' en el referéndum británico sobre la UE.

Henderson Global Investors se convertía en la cuarta firma en anunciar la suspensión temporal de "toda negociación" de uno de sus fondos inmobiliarios, concretamente el denominado 'Henderson UK Property PAIF', ante las "excepcionales" presiones de liquidez registradas a raíz de la incertidumbre tras el referéndum sobre la UE y el reciente bloqueo de otros fondos inmobiliarios similares.

"A pesar de la solidez de la cartera subyacente, la decisión se adoptó debido a las excepcionales presiones de liquidez sobre los fondos como resultado de la incertidumbre tras el referéndum sobre la UE y la reciente suspensión de otros fondos inmobiliarios", explicó la entidad.

Dotado con 3.900 millones de libras esterlinas (4.565 millones de euros), Henderson UK Property PAIF es un fondo comercializado exclusivamente en Reino Unido y que no se vende en la Europa Continental.

Instantes después de conocerse este decisión, era la gestora Columbia Threadneedle Investments la que comunicaba al mercado la suspensión temporal de la negociación de su fondo 'Threadneedle UK Property Authorised Investment Fund', que invierte en activos inmobiliarios como almacenes y centros comerciales.

"No hemos sido inmunes a la reciente tendencia de salida de flujos de dinero en el sector que hasta la fecha se han afrontado mediante el efectivo en el balance de 'Threadneedle PAIF'", indicó la entidad, que confía en que la suspensión permitirá ganar tiempo para realizar una venta ordenada de activos y proteger así los intereses de los inversores.

Asimismo, este miércoles también se conocía que la aseguradora Canadá Life había aplazado por un periodo de hasta seis meses los reembolsos en sus fondos inmobiliarios y de pensiones de Reino Unido, dotados con 500 millones de libras (583 millones de euros), desde el pasado 5 de julio.

En un comunicado, la firma de inversión achacaba la decisión a la "continua incertidumbre en la tarificación de los activos inmobiliarios comerciales" tras el 'Brexit' y a las crecientes solicitudes de reembolso en sus fondos inmobiliarios.

"Aplazar las solicitudes de reembolso nos permite proteger los intereses de todos los inversores en el fondo inmobiliario, incluyendo los de aquellos que tenían pensado mantener su inversión en el medio y largo plazo", señaló un portavoz de la compañía.

Con el anuncio de estas tres nuevas suspensiones, ya son seis las gestoras británicas que han decidido bloquear la negociación de fondos inmobiliarios ante las presiones de liquidez experimentadas ante el fuerte incremento de solicitudes de reembolso, después de los anuncios realizados previamente por Standard Life, Aviva y M&G Investments.

En conjunto, los fondos bloqueados a raíz de estas suspensiones de negociación sumarían un importe agregado de 14.890 millones de libras esterlinas (unos 17.366 millones de euros).

El pasado lunes, Standard Life sembraba el temor en los mercados al anunciar la suspensión de la negociación de su fondo 'Standard Life Investments UK Real Estate Fund', dotado con 2.900 millones de libras (3.420 millones de euros), a raíz de las "excepcionales circunstancias en los mercados" y tras registrar un incremento en el número de solicitudes de reembolso recibidas tras conocerse el resultado del referéndum sobre la UE.

En este sentido, la firma explicaba que "la suspensión fue requerida para proteger los intereses de todos los inversores en el fondo", subrayando que terminará "tan pronto como sea posible" y será revisada cada 28 días.

Por su parte, Aviva bloqueaba también la negociación de su fondo de inversión inmobiliaria 'Aviva Investors Property Trust', dotado con 1.800 millones de libras (2.124 millones de euros), ante la falta de liquidez provocada por el elevado número de peticiones de venta tras la victoria del 'Brexit'.

En el día de ayer, era la gestora de activos M&G Investments la que comunicaba la suspensión temporal de la negociación de las participaciones de 'M&G Property Portfolio', con 4.400 millones de libras (5.145 millones de euros), a consecuencia del incremento en las peticiones de reembolso recibidas y la incertidumbre del sector inmobiliario británico

Desplome de la libra

Mientras, la libra esterlina volvió a caer hoy hasta un nivel mínimo en más tres décadas, por debajo de 1,30 dólares, ante las consecuencias adversas que amenazan la economía británica tras la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea.

La divisa británica llegó a cotizar durante la jornada en 1,2801 dólares, su menor nivel respecto al billete verde desde 1985, y cerca de un 13 % por debajo de los 1,4685 dólares que registraba el 22 de junio, un día antes del referéndum sobre el Brexit.

El FTSE-100, índice principal en la Bolsa de Londres, ha sufrido vaivenes en los últimos días, si bien continúa por encima del nivel que marcaba la tarde anterior a que se conociera el resultado de la consulta en la que los británicos optaron por romper sus lazos con Bruselas.

El "footsie" acabó hoy con un descenso del 1,25 %, hasta los 6.463 puntos, por encima de los 6.338 enteros que marcaba al cierre hace trece días.

Las consecuencias del Brexit han sido en cambio más palpables en el secundario FTSE-250, cuyas compañías, de menor tamaño y proyección internacional que las multinacionales del FTSE-100, están más expuestas a la caída de la libra.

Ese índice, que el 23 de junio cerró en 17.333,51 puntos, ha bajado hasta los 15.669,71, cerca de un 9,6 %.

"El pesimismo parece que se ha instalado finalmente entre los inversores, después del rebote de la semana pasada, cuando parecía que los temores sobre el 'brexit' se estaban disipando", explicó Craig Erlam, analista de la firma OANDA.

Las oscuras perspectivas económicas que afronta el país han llevado al ministro británico de Economía, George Osborne, a renunciar al objetivo de alcanzan el superávit en 2020 que se marcó tras las elecciones generales de mayo de 2015.

Una de las preocupaciones del Gobierno británico es que la ruptura de relaciones con la UE suponga el inicio de una fuga de empresas hacia el continente, ante las dificultades añadidas que se encontrarán para comerciar con los países comunitarios desde el Reino Unido.

Para tratar de contrarrestar ese efecto, Osborne ya ha anunciado que estudia recortar el impuesto corporativo por debajo del 15 %, en un intento por hacer más atractivos los negocios en las islas británicas.

El Banco de Inglaterra también ha puesto en marcha un amplio plan de contingencia que podría llevar este verano a una bajada de los tipos de interés, en el mínimo histórico del 0,5 % desde 2009.

En su intento por evitar una caída del crédito, el gobernador de la entidad emisora británica, Mark Carney, anunció esta semana una relajación de las exigencias de capital de reserva a los bancos para que puedan extender créditos.