Se reconoce «cabezón» y decidido de carácter en momentos difíciles. Por eso, dice, que nunca pensó que la Cámara de Comercio , pese a la grave crisis económica que atravesaba por la eliminación en 2010 de la obligatoriedad del pago por parte de las empresas de las cuotas camerales. Fue una decisión de Rodríguez Zapatero que recuerda como «un hachazo». Tras seis años de mandato, esta semana ha dejado la presidencia y se defiende de las críticas a su gestión con el argumento de que «todas las cuentas y propuestas que he llevado a pleno, han sido aprobadas. Como máximo ha habido una abstención».

En diciembre de 2014 dijo que dejaría la presidencia de la Cámara, ¿por qué ha retrasado año y medio su salida?

Porque lo más importante para mí era dejar la Cámara perfectamente saneada. También llevo dos años con el mandato prorrogado porque el Gobierno central no ha convocado todavía las elecciones a las Cámaras, como es preceptivo. Mi pensamiento era dejar la presidencia seis o siete meses después de avanzarlo, pero ha transcurrido este tiempo porque quería cumplir mi palabra e irme cuando viera que el presupuesto estaba totalmente equilibrado.

En su discurso de despedida ante el pleno dijo que dejaba la Cámara saneada, pero su sucesor, Juan Riera, también afirmó que su objetivo era sanearla. ¿Cuál es la realidad?

Lo más normal es que se lo pregunte a mi sucesor porque la Cámara está saneada. En el presupuesto de 2016 habrá unas pérdidas de 400.000 euros pero, en realidad, se corresponden con amortizaciones (edificio del Palas). Por eso, si se descuenta la amortización, las cuentas están equilibradas.

Ahora, tras la gran crisis que ha pasado la Cámara, ¿cuál es la principal fuente de financiación?

El trabajo. Estamos desarrollando el PICE (Programa Integral de Cualificación y Empleo) de la Comunidad Europea. Este año han participado ya más de mil alumnos. Lo realizamos en una veintena de pueblos y hay que agradecer mucho la colaboración de los alcaldes, con los que hemos trabajado conjuntamente. También tenemos otras fuentes como los certificados, el programa de coaching. Pero el PICE es el principal. En junio de este año llevamos más de 400.000 euros de beneficios. Ya hemos cumplido el objetivo que teníamos en los presupuestos de 2016, y aún nos queda medio año.

Sin embargo, le deja una «patata caliente» a su sucesor como es el alquiler de la sede del antiguo Hotel Palas. El contrato del Ayuntamiento finaliza a finales de 2017 y el Consistorio ha anunciado que no lo renovará.

El contrato no finaliza hasta el 31 de diciembre de 2017. Llevo dos meses trabajando y reuniéndome con gente y espero que dé sus frutos. Es un largo recorrido y hay que trabajar porque todos sabemos que es complicado. A mí me gustaría que continuara en régimen de alquiler. Retomaremos las reuniones con dos personas a partir del 20 de julio, conjuntamente con el presidente, Juan Riera. Le acompañaré, si lo considera.

Entonces, ¿hay «novios» para la sede del Palas?

Hay novios. (No quiso entrar en más detalles).

Además de los fondos europeos para el Plan de Empleo Juvenil, ¿tienen otras ayudas públicas?

La Cámara ha reducido los gastos y tenemos pocas subvenciones. La de la Generalitat es de 196.000 euros, que eso es menos del 5% de nuestro presupuesto. Es decir, los objetivos de la Cámara son: A currar. ¿Otros objetivos? A trabajar.

En su discurso de despedida también dijo que quería solucionar varias cosas antes de irse. ¿Cuáles eran los asuntos pendientes?

Además del alquiler del Palas, era muy importante dejar solucionado el convenio que teníamos con la Generalitat y el Ayuntamiento en Benisaudet, ya que podía suponer el cierre de la Cámara. Gracias al apoyo de las dos instituciones creo que hemos logrado un acuerdo satisfactorio para todos, incluidos los vecinos de la zona. Situación parecida teníamos con la segunda fase de las naves nido de Ibi y aquí también hemos encontrado una solución positiva y viable para las dos partes. Teníamos también por delante la redacción y aprobación de la Ley de Cámaras nacional, la autonómica, la creación de la nueva Cámara de España o la aprobación de nuestro nuevo reglamento. Todo ya está hecho y solucionado. Es el momento de irme.

¿A qué se refería cuando dijo que también lo dejaba por prescripción facultativa?

Porque estoy cansado. Estoy jubilado de la empresa hace dos años. Ya tengo una edad. Son 47 campañas de turrón, además de dedicarme a la Cámara, al Consejo Regulador de Jijona y Turrón de Alicante, a Origin España, Origin Internacional, Aico (Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio)... Y si crees que has desarrollado tu trabajo en un sitio, tienes que dar paso a otros.

También ha dicho que uno de los momentos más duros de su presidencia había sido el ajuste de plantilla por la crisis económica.

Fue muy duro porque era desprenderse de empleados, de personas que tenían sus gastos, sus hipotecas. Hemos pasado de tener 116 trabajadores a 51.

Durante su etapa, ¿en qué momento pensó que la Cámara podía desaparecer?

En ningún momento. He vivido muchas dificultades en la fábrica, muchas. Siempre he sido muy cabezón, y creo que en esos momentos hay que decidirse y plantearse que la cosa tiene que ir hacia delante. Y así ha sido. Se necesita constancia, creer en ti y en las personas que tienes alrededor.

A raíz de la supresión de las cuotas en 2010 hubo un deterioro de la imagen de las Cámaras. Hubo voces que hablaban de su supresión. ¿Tienen hoy sentido las Cámaras?

Las Cámaras existen en todos los países. Son necesarias para la internacionalización, para dar formación. Pero claro, hay empresarios que no entran en la página web de la Cámara, por lo que no saben lo que somos. Hay que mover al empresariado. Lo hemos intentado de todas las maneras, pero, como decimos en valenciano, aquí hay mucha gente que son unos «meninfots». Pero el que entra en la Cámara, el que utiliza los servicios se queda para siempre. Es importante que nos consulten, que se acerquen. La Cámara está para eso. Las Cámaras se han dedicado durante muchos años a recaudar dinero, pero no se han molestado en explicar lo que hacían. Y eso ha sido culpa nuestra. No hemos «vendido» Cámara. Llevo seis años y era consciente de que si no «vendíamos», no subsistíamos. Mi programa era «vender, vender y vender». Y así lo hemos conseguido.

Al final, parece que fue un revulsivo la eliminación de las cuotas...

Fue un hachazo. Es como si te quitan el oxígeno, te cortan el agua... En ese momento, dices: ¡Madre mía! ¿Dónde me he metido? ¿Qué va a pasar ahora?

Otra organización empresarial provincial como Coepa también entró en una grave situación económica... Y se llegó a hablar de unión de ambas instituciones, incluso en el ámbito nacional por la crisis de ambas en España ¿Lo ve factible?

Las empresas tienen que ir por su lado. Tienen sus asociaciones y patronales. En la Cámara están inscritas todas las empresas de la provincia. Pero a mí no me gusta hablar de Coepa. Están intentando sacarla adelante. La Cámara en lo que ha podido ha ayudado, con reuniones entre todos. Pero Coepa es suficientemente mayor ya para definirse ella.

De su gestión se ha destacado el esfuerzo por sacarla adelante, pero también le han criticado que no reduzca otros gastos, como por ejemplo el coche oficial.

Las críticas me gustaría que se hicieran dentro de la Cámara. Si hay algún problema, que se diga en los plenos y comités. Yo puedo decir que en los plenos se han aprobado todas las cuentas y todas las propuestas. Como máximo ha habido una abstención. No acabo de entender a señores que se acercan a ti, te dan la mano y cuando no estás tú, te dan la puñalada. Ahora, no creo que sea culpa mía, es de esos señores.

¿Pero tienen nombre esos señores?

No, porque como son anónimos no les doy importancia.

También recibió críticas por su etapa como consejero de la CAM, tras la quiebra de la caja. De hecho la gestión que abocó a la entidad a su desaparición está en los tribunales.

En la CAM fui de los pocos consejeros que abrí cuentas. Los turroneros de Jijona no trabajaban con la CAM y cuando entré en el consejo, nos fuimos el subdirector general, Agustín Llorca, y yo fábrica por fábrica a "vender" CAM. Yo lo único que sé -y lo puedo demostrar porque lo tengo certificado por el Banco Sabadell- es que el dinero que ingresaba por dietas, lo destinaba a comprar participativas. Y nunca he sido imputado. Sí que me defraudó por completo la alta dirección de la CAM. He padecido mucho por este tema. He sido un luchador. Yo soy muy comercial y como consejero, aunque no tenía obligación, he estado "vendiendo" CAM. Creo que pocos consejeros lo habrán hecho.

¿Pero su firma estaba en los balances que se aprobaban?

Cómo no voy a aprobar los balances si van firmados por una de las principales auditorías (KPMG) y dos interventores del Banco de España, que era el que mandaba. Un año, incluso, me esperé a firmar porque no estaban firmados por los interventores del Banco de España.

Hubo una época en que muchos querían entrar en la CAM porque daba prestigio, porque se estaba en la «pomada» ¿Por qué entró usted?

Le puedo decir que mi empresa tiene créditos normales, no al 0% ni al 0,1%. La fábrica no operaba con la CAM, empezó a hacerlo cuando entré en el consejo porque no me parecía bien que fuera consejero y no trabajara con la caja. Sí se discutían los créditos, pero como cualquier negociación entre una empresa y una entidad financiera. Y entré en la caja porque era la idea del entonces presidente de la Generalitat, Francisco Camps, de llevar al consejo a todos los presidentes de las Cámaras de la Comunidad Valenciana. Unos no entraron porque ya estaban en otras entidades y había incompatibilidad.

De los mandatarios empresariales se suele decir que son menos críticos con los Gobiernos del PP ¿Cree que ha sido crítico con el Partido Popular?

Ahí están mis discursos de la Noche de la Economía Alicantina. Siempre he dicho lo que tenía que decir y reivindicar. Este año yo no podía alabar a uno u a otro partido. Estábamos en campaña electoral. Si nosotros llegamos a saber que las elecciones iban a ser el 26J (la gala de la Cámara fue el 13 de junio), la hubiéramos retrasado.

¿Cómo ha vivido el expediente y la multa de Competencia a varias turroneras por pactar precios, una de ellas es en la que usted es socio minoritario?

No lo entiendo porque ¿quién pone el precio, las empresas o la distribución? Tu puedes ir allí y pedir y ellas dicen, según nuestros cálculos es esto y si quieres lo tomas y si no, lo dejas. Nosotros tenemos el recurso presentado.