El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, José Enrique Garrigós, se marcha. Tras más de un año amagando con la retirada, finalmente, el empresario turronero ha decidido presentar su renuncia durante el pleno que la institución celebra hoy, tras más de seis años en el cargo. Un periodo en el que ha tenido que hacer frente a duros ajustes en la organización, que le han llevado a prescindir de más de la mitad de su plantilla, después de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidiera suprimir en 2010 la denominada cuota cameral, que hasta entonces tenían obligación de pagar todos los negocios y que suponía el grueso de los ingresos de estas instituciones.

Garrigós ya ha comunicado su decisión al comité de la organización, al pleno de la Cámara y también a los presidentes de las Cámaras de la Comunidad y a las principales autoridades políticas de la provincia y la autonomía.

Salvo sorpresa, según lo previsto en los estatutos de la Cámara, será el actual vicepresidente primero, Juan Riera, quien ocupe su cargo de forma interina hasta la próxima convocatoria de elecciones, que se espera que el nuevo Gobierno apruebe en los próximos meses. Lo que todavía no está claro es si Riera optará posteriormente en dichos comicios a la presidencia, para la que también han sonado en los últimos meses las posibles candidaturas de Rafael Regalado o Armando Sala, hijo del exvicepresidente de la CAM del mismo nombre.

Un largo mandato

José Enrique Garrigós accedió a la presidencia de la Cámara de Alicante en mayo de 2010 en sustitución de Antonio Fernández Valenzuela en las elecciones más concurridas que se recuerdan en la institución. Frente al tradicional consenso que siempre se había producido en la Cámara para elegir a los vocales del pleno, en aquella ocasión se presentaron casi el doble de candidatos que puestos vacantes existían, lo que ya obligó a Garrigós a esforzarse para consensuar su posterior candidatura.

Pero, sin duda, el momento más difícil de su mandato llegaría pocos meses después, cuando ese mismo otoño José Luis Rodríguez Zapatero aprobó la citada supresión de las cuota cameral e hizo saltar por los aires el sistema español de Cámaras de Comercio. Desde ese momento la organización, que acababa de estrenar su nueva sede en el antiguo Hotel Palas de Alicante, en la que invirtió 22 millones de euros, se vio obligada a emprender una carrera para ajustar sus abultados gastos y buscar nuevos ingresos.

Además de un importante recorte de plantilla y de sueldos a través de un ERE, la Cámara también tuvo que abandonar las citadas dependencias del Palas, que alquiló al Ayuntamiento de Alicante a cambio de más de medio millón de euros para contribuir al ajuste. La institución, por su parte, pasó a ocupar la antigua sede de Coepa a cambio de una renta más modesta. Gracias a estos recortes, la organización logró reconducir su situación y fue reduciendo paulatinamente sus pérdidas desde los 3,9 millones de 2012 hasta los 456.000 euros que prevé para este ejercicio.

Las reformas introducidas por Zapatero, que obligaron a redactar una nueva ley y un nuevo reglamento autonómico para regular el funcionamiento de las Cámaras de Comercio, impidieron que el mandato de Garrigós finalizara cuando estaba previsto, en mayo de 2014, ya que dichas reformas aún no habían concluido, por lo que no se podía convocar elecciones. Esto ha provocado que el también presidente del consejo regulador del Turrón lleve ya más de dos años de prórroga "forzosa" en el cargo. Una vez que considera zanjados estos temas, Garrigós ha considerado que es el momento de marcharse.