Representantes de patronales sectoriales y de Coepa -en concurso de acreedores- mantienen ya las primeras conversaciones para diseñar lo que sería el futuro modelo de una nueva organización empresarial fuerte, «la que necesita la provincia» y sin ser «satélite» (delegación) de la valenciana Cierval, como ha planteado recientemente la propia patronal autonómica -primera en la lista entre los acreedores de Coepa-, ante el deterioro y la crisis económica que sufren las entidades empresariales en la Comunidad.
Tanto las asociaciones más críticas en los últimos años con la patronal alicantina -Cepyme y la sectorial del Metal (Fempa)- como el actual responsable de Coepa, Francisco Gómez, han mantenido encuentros para hablar de lo que sería una refundación de la organización provincial, «sin injerencias» de Cierval. Porque «las amenazas unen», según admiten los responsables de Coepa y de Cepyme, Francisco Gómez, y Cristóbal Navarro, respectivamente.
La futura organización, llámese «patronal multisectorial» de representación empresarial de Alicante -como la llama Gómez- o un «cambio de modelo», como lo define Navarro, surgiría tanto si, finalmente, la actual Coepa no supera el concurso de acreedores y pasa a la fase de liquidación, como si de «las cenizas» que queden de ella -como hablaba un empresario- se levanta una nueva estructura.
El presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, José Enrique Garrigós, que también ha participado en alguna de estas conversaciones, lanzó el pasado lunes en la Noche de la Economía Alicantina la necesidad de que los empresarios de la provincia mantengan «una voz propia». Garrigós reiteró en varias ocasiones de la necesidad de estar «unidos» ante un auditorio, el de la EUIPO, repleto de empresarios alicantinos, pero también ante la presencia del mandatario de Cierval, José Vicente González.
Todavía en una fase muy inicial de las conversaciones, la futura entidad pasaría por tener una «estructura reducida, de carácter independiente de los poderes, sin servilismos y autosuficiente. Lo contrario que hizo Moisés Jiménez -anterior presidente de Coepa- durante su mandato», a juicio de Cristóbal Navarro.
Sería una organización que «agruparía a todos» y que debería actuar como «un lobby de representación empresarial y llevar nuestras demandas ya sea en Madrid, en Valencia o en Bruselas», apostilla Francisco Gómez, quien admite y lamenta que «todos pensamos igual, pero no hemos sido capaces en este tiempo de aunar esfuerzos, a veces por cuestiones de matices». Cristóbal Navarro -cuya organización, Cepyme, fue expulsada hace un año por Coepa, en un escenario de continua tensión y enfrentamiento con los anteriores gestores- considera que «ahora es el momento» para la nueva andadura. Y reconoce que «yo seré el primero» en trabajar en esa dirección, «sin el ánimo de ser presidente de ninguna nueva organización». Lo que hoy está en germen debería estar definido, como máximo antes de final de año, coincidían Navarro y Gómez. No obstante, aún está pendiente cuál es el final del concurso de acreedores en el que se encuentra sumido Coepa.
En este contexto, el presidente de Fempa, Guillermo Moreno, apuesta por la «liquidación de Coepa y crear una nueva confederación». Porque «¿quién se va a hacer cargo de las deudas (Cierval o IVF)?», lanza. Moreno no quiere una herencia con cargas: «Hay que ver qué hace la Administración con el centro de oficios», advierte. Aunque el mandatario de Fempa -que sí es miembro de Coepa- aboga por una nueva organización, asegura que «estaremos apoyando, como siempre. Eso sí exigiendo transparencia».
