Cepyme entra de lleno en la guerra abierta entre Valencia y Alicante por el nuevo modelo de organización patronal. La confederación presidida por Cristóbal Navarro acaba de dejar muy claro que, con independencia de lo que ocurra con Coepa, que se encuentra en concurso de acreedores, no va a permitir que la autonómica Cierval se aporede de la representación empresarial de la provincia y sustituya a esta organización por una simple delegación.

Es más, Cepyme considera que la patronal presidida por José Vicente González forma parte de un modelo de patronal que considera «fracasado» -«al servicio y servilismo del poder político», señala el comunicado remitido- y cree que debería liquidarse, al igual que, en su opinión, ocurrirá con Coepa.

En este sentido, las pymes alicantinas denuncian que «Cierval intenta salvarse pisando las cabezas de las moribundas organizaciones provinciales» a las que, en su opinión, ella misma ha «conducido al desastre». «Antes fue por estar en primera línea del babeo institucional y permitirles a los políticos hacer lo que les diese la gana, ahora para recoger las migajas de la Participación Institucional que les dejan caer en el pesebre», señala el duro escrito de Cristóbal Navarro.

«No permitiremos la injerencia externa a nuestra provincia, para que nos digan cómo tenemos que organizarnos, y sobre todo para que nos sigan arrastrando a su modelo de desastre», continúa el texto.

Nuevo modelo de patronal

Al mismo tiempo que lanza esta advertencia hacia Valencia, Cepyme también anuncia un cambio en su estrategia para dejar atrás la confrontación que hasta ahora ha mantenido con Coepa. La primera muestra de este viraje es la decisión de no recurrir la sentencia que desestimó su petición para anular el proceso por la que fue expulsada de la confederación.

No obstante, esto no significa que esté dispuesta a integrarse de nuevo en Coepa, a la que ya da por enterrada, por lo que también lanza un proceso para poner en marcha una nueva patronal provincial en la que, eso sí, no excluye a nadie, ni siquiera a los actuales miembros de la directiva de Coepa, a los que «tiende la mano».