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Mujeres ante el reto sindical

Las «lideresas» de CC OO y UGT en l'Alacantí-Les Marines se confiesan en un encuentro

Mujeres ante el reto sindical

Una conversación a dos voces, femeninas, en torno a una taza de café saca a dos lideresas sindicales de los asuntos cotidianos de sus despachos y, aunque desde la mesa de un restaurante, «pisan la calle»: hablan de las «importantes» movilizaciones vividas durante la crisis, de política, de los empresarios, de la pobreza de los ciudadanos alicantinos -«el 28% están en el umbral de la pobreza»-, del cambio que pueden propiciar las mujeres al frente de las organizaciones y de los escasos «huequitos» de ocio que tienen, como la la mayoría de «trabajadores y trabajadoras», como ellas insisten en verbalizar.

Consuelo Navarro y Yaissel Sánchez son las máximas representantes de los sindicatos CC OO y UGT en l' Alacantí-Les Marines y el encuentro con INFORMACIÓN es el primer acto fotografiado que realizan conjuntamente desde que la dirigente de UGT fuera elegida secretaria territorial de su sindicato, hace apenas un mes.

Navarro, de 46 años y murciana de origen, era responsable de Igualdad en CC OOcuando conoció en 2006 a Sánchez, de 38 y procedente de Cuba, que entonces era técnico de Inmigración en UGT.

«¿Te acuerdas cuando fui a tu despacho para hacer un escrito sobre los problemas de las empleadas de hogar, porque la mayoría eran mujeres?», pregunta, a la vez que matiza Yaissel. «Fue una época muy buena y de mucho trabajo conjunto con distintas asociaciones» con las que se creó una mesa reivindicativa, contesta Navarro.

Si causas femeninas les llevaron, entonces, a coincidir en su trayectoria sindical, ahora, como «lideresas» -término que le gusta utilizar a Navarro- admiten que son dos fuerzas, dos valores femeninos al frente de dos organizaciones sindicales «en las que creo que podemos hacer cosas distintas», apostilla Navarro. ¿Cosas distintas? «Por ejemplo, cambiar procedimientos, confiar más en determinados equipos, dar más participación a la afiliación en decisiones tanto externas como internas», añade.

Admiten que los sindicatos suelen ser «estructuras tradicionalmente masculinas». A Yaissel le gusta reivindicar la figura del delegado sindical, pero, sobre todo de la delegada sindical. «Nosotros somos la cara visible, ellos son nuestro alimento. Me gusta poner en valor su función porque es digna de admiración y no es muy reconocido por la sociedad».

Cierto es que no son las primeras. «Años atrás ha habido muchas feministas y sindicalistas que han hecho cosas para que las mujeres estuviéramos en igualdad de condiciones con nuestros compañeros», dice la responsable de CC OO. «Y también compañeros en esa lucha», apunta Yaissel. El hecho más evidente es que ahora, las dos son líderes de opinión en la provincia.

Navarro, que lleva desde 2008 en el cargo, revalidando mandatos, confiesa que «las mujeres empatizamos más con determinados sufrimientos, dolores o incertidumbres». Yaissel asiente con la cabeza. «Nos atrevemos a manifestar dudas, sin pensar que se está cuestionando nuestro prurito, nuestro saber o nuestra alta competencia, cosa que los chicos no hacen porque tienen que ser los mejores», dice con intensidad Navarro, quien, además, considera que «en el liderazgo en cualquier tipo de organización hay hablar mucho con la gente».

Uno de sus alter ego más directos son los empresarios. Y en el escenario actual, Consuelo y Yaissel se muestran «muy preocupadas» por la situación que atraviesa la patronal alicantina Coepa, en concurso de acreedores y con una ofensiva por parte de la autonómica Cierval para convertirse en la gran patronal en la Comunidad y relegar a las provinciales a ser delegaciones. «La tensión es fuerte con Coepa, pero son nuestros interlocutores y tiene que existir una interlocución abierta. Además, hay atascos que tenemos que poder resolver» coinciden. Pese a que consideran que la patronal «no se caracteriza por ser moderna e innovadora», insisten en que «necesitamos un interlocutor».

«Necesitamos una patronal alicantina, a-li-can-ti-na», subraya Navarro marcando las sílabas para reivindicar una organización empresarial provincial -frente a su posible desaparición o proyectos centralistas-. «Porque son los de aquí los que perciben y saben qué pasa en Alicante y con los que tenemos la interlocución», inciden.

En la larga conversación, las dos «lideresas» también recuerdan la unidad de acción sindical de ambas organizaciones durante la crisis, conjuntamente con asociaciones y plataformas sociales. «Mis compañeros de otras provincias me dicen que movilizaciones como las de Alicante han sido de las más numerosas y potentes en estos años de crisis», explica Navarro. «Es que somos sindicatos de clase y no sólo miramos al trabajador en su marco laboral, sino también en su vinculación directa con la sociedad», explica Yaissel.

Ambas se escuchan en sus manifestaciones y se apostillan. Quizá, la dirigente de CC OO se muestra más vehemente por su carácter u veteranía en el cargo, aunque Yaissel sentencia de forma parca con su acento caribeño. En realidad, cuando hablan desde dentro y desde el convencimiento a una le sale más su acento murciano y a la otra, el cubano.

Pero, suelen hablar el mismo lenguaje, como cuando entran a valorar la gestión del tripartito en Alicante (PSOE, Guanyar Alacant y Compromís). «No han hecho equipo entre los tres partidos que gobiernan. El cambio que estábamos esperando con tanta ansiedad, no se ha producido», piensa Yaissel.

Consuelo habla desde las entrañas y secunda la aseveración de la ugetista casi con un ruego, «el tripartito de Alicante no es consciente de lo que lo necesitamos la ciudadanía, las "personicas". No terminan de "cogerlo". Tengo la esperanza de que entiendan ya lo que los necesitamos», termina como si fuera un punto y aparte contundente.

«Aunque sí han hecho cosillas...», recuerdan y citan la apertura de comedores en junio o los centros sanitarios en agosto.

«Mira», dice Yaissel cambiando un poco el tercio, «CC OO y UGT, cuando hemos tenido que hacer equipo y tomar decisiones, las hemos tomado. Aunque unas veces nos haya gustado más o menos, pero hemos salido adelante. Al final, lo que buscamos es que no haya pobreza en Alicante, ni más mendigos en la calle», apunta la ugetista.

Ambas se muestran orgullosas de la unidad de acción sindical en Alicante. Y en esta conversación múltiples fueron las veces que salieron a colación sus movilizaciones contra la reforma laboral, el empleo precario. «No me sirve que digan que van a crear un puesto de trabajo de un día, un día», subraya la ugetista. ¿Eso para qué, para maquillar las cifras? Porque, en el fondo, no logras ni salir del desempleo porque sigues estando parado», resume casi gráficamente el deterioro al que ha llegado el mercado laboral provincial. «¿Recuerdas cuando los sindicatos alertábamos antes de la crisis que el modelo sustentado en la construcción no se podía mantener? Se ha convertido en un mantra que no ha escuchado nadie», lamenta Navarro.

La conciliación laboral y familiar como derecho de hombres y mujeres con hijos o familiares a su cargo, así como la conciliación con la vida personal también salió en la conversación, al igual que el antes y el después del 26J, el momentos en que parecían no ponerse de acuerdo sobre lo que apuntan las encuestas y si el periodo de negociaciones -frustradas- para formar gobierno ha sido un tiempo perdido. Sí coinciden en que el 26J «va a marcar un hito porque se van a desentrañar muchas cosas», según Navarro.

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