Según el INE, la economía española mantiene el ritmo de crecimiento con un incremento del 0,8% del PIB en el primer trimestre de 2016 gracias a que el gasto de las familias creció un 3,7%. En paralelo, la presidenta de la Comunidad de Madrid (CM) informaba de la puesta en marcha del Plan Integral de Apoyo a la Familia. En la página uno de cualquier libro de economía se describen los agentes económicos: las empresas, el estado y las familias. El agente familia consume, invierte, ahorra y ofrece servicios de trabajo. Pero la familia no ha sido objeto de atención por parte de los gobiernos. Y no lo digo yo, lo dice Gary Stanley Becker, Premio Nobel de Economía, quien justificaba la existencia de la familia y su carácter de indispensable desde un punto de vista y argumentación exclusivamente económico. Becker modeliza la familia como una pequeña fábrica. La CM, desde la Dirección General de Familia, realizó un diagnóstico objetivo de la situación real de las familias. Digo objetivo porque no son datos opinables, son hechos: la tasa de natalidad es extremadamente baja, la edad para tener el primer hijo muy elevada, hay más hogares pero de menos miembros, mucho envejecimiento, los padres pasan poco tiempo con sus hijos? Y a raíz de este estudio se han lanzado 300 líneas de actuación concretas que se aprobaron como digo hace unos días. Las medidas se basan en considerar a la familia de manera integral, no sólo las que tienen menos recursos o una situación especial. Lo innovador ha sido la forma de trabajar tan pragmática y eficiente de la Dirección General de Familia: primero conocer los problemas y luego poner las soluciones. Obvio pensarán ustedes, pero no tanto. Otros hubieran comenzado el proyecto con la definición de familia y se hubiera liado parda. El lobby azul, rojo, naranja, rosa y trans-rosa hubieran hecho inviable consensuar una definición, ya que hay muchos tipos de familias como demuestran los emoticonos de Whatsapp. Que las familias monoparentales con dos hijos puedan beneficiarse en condiciones similares a las familias numerosas, elaborar el calendario laboral y escolar de forma que las fiestas y periodos vacacionales vayan ajustándose en ambos calendarios hasta lograr un equilibrio que facilite la conciliación familiar y laboral, elevar la cuantía del cheque guardería, o el reconocimiento legislativo de la figura del «mobbing maternal» entendido como toda discriminación laboral de la mujer por el hecho de ser madre, son algunas de las medidas que se han puesto en marcha en la CM. Hablar de familia para algunos es ñoño y retrógrado, sobre todo para esos que abanderan la revolución del cambio. Pero lo verdaderamente revolucionario es defender a la familia, aunque sea desde un punto de vista egoístamente mercantilista.
