El aumento de las desigualdades que ha provocado la prolongada crisis económica, que ha llevado al empobrecimiento de millones de familias en todo el país, podría haber sido mucho peor sin el importante colchón que ha supuesto el estado del bienestar y, en especial, el sistema de pensiones. Hace unos días un informe del BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) ya puso de relieve que estas prestaciones eran el mecanismo más efectivo para la redistribución de la riqueza y basta con echar un vistazo a los datos de ingresos declarados ante la Agencia Tributaria para comprobar su importancia.
En el caso de la provincia, el aumento del número de pensionistas y la mejora del importe medio de cada pensión lograron compensar hasta un 43,5% la caída de los ingresos por salarios que se registró en la demarcación entre los años 2008 y 2014, lo que evitó mayores penurias en muchos hogares, que hubieran tenido muy difícil subsistir sin la ayuda de sus mayores. En el conjunto del país el porcentaje es incluso mayor, ya que alcanza el 46%, y en algunas autonomías como Galicia roza el 60%.
Así, mientras que las rentas obtenidas por las familias alicantinas gracias al trabajo descendieron en 1.821 millones de euros durante el citado periodo -al pasar de 11.345 a 9.524 millones- debido al aumento del paro y la rebaja de los salarios; el importe de las pensiones pagadas aumentó en 792 millones de euros, desde los 3.004 millones de 2008 a los 3.796 contabilizados en 2014.
Una parte de este incremento se debió al aumento del número de alicantinos que reciben una paga pública, que pasó de 301.849 a 321.908, ya que, sobre todo en los primeros años de la crisis, muchos trabajadores adelantaron su retiro ante las malas perspectivas laborales. Pero, además, al contrario de lo ocurrido con los sueldo, las pensiones siguieron subiendo durante la crisis hasta el punto de que el importe medio declarado ante Hacienda por cada beneficiario es actualmente de casi 2.000 euros más que al inicio de la recesión.
Las pensiones y los ahorros
«Es innegable que las pensiones de los mayores se han convertido en los últimos años en un salvavidas para muchas familias. El problema es que la gente se pensaba que sería algo temporal y, sin embargo, en muchos casos se ha convertido en una situación permanente», alerta el secretario general de la Federación de Pensionistas y Jubilados de CC OO en l'Alacantí, Ángel Espinar, ante la imposibilidad de regresar al mercado laboral de muchos de los trabajadores que perdieron su empleo durante la crisis. «Otros se han encontrado con el problema añadido de que la paga no les daba para mantener a toda la familia, ya que no son sólo los hijos, también son los nietos y otros familiares, y se han comido los ahorros que tenían», añade el sindicalista.
En la misma línea, también la secretaria territorial de UGT en l'Alacantí, Yaissel Sánchez, destaca la importancia que ha tenido este mecanismo para atenuar los efectos de la crisis y por eso critica la última reforma realizada por el ejecutivo, que ha frenado el incremento de las prestaciones medias. Así, mientras que la pensión media en Alicante aumentó un 11,47% entre los años 2008 y 2011, en los siguientes cuatro años -una vez puesta en marcha la reforma- sólo creció un 7,93%. Unos datos que le llevan a pensar que puede que la próxima vez este mecanismo no funcione como lo ha hecho durante la crisis.
Se reduce la clase media
En cualquier caso, cabe recordar que las pensiones han servido para atenuar la caída de ingresos generalizada entre las familias pero no la ha evitado. Así, según el citado estudio del BBVA y el Ivie hasta tres millones de españoles se han caído de la denominada clase media para engrosar las capas menos favorecidas de la sociedad, que ya suponen el 38,5% de la población total frente al 31,2% de antes de la crisis. En el caso de la Comunidad Valenciana es muy significativa la caída de la renta disponible por hogar, que se ha contraído desde los 26.078 euros que alcanzaba en el año 2006 hasta los 19.350 euros de 2013, según las mismas fuentes. Una caída del 25,7%.
