Las leyes de probabilidades en estadística están a favor del que busca activamente empleo. «Si dedicas ocho horas a intentar lograr un trabajo, es complicado que no lo encuentres». Y «si el currículum lo entregas en varias empresas, en vez de sólo en una, también tienes más posibilidades de conseguir tu objetivo».
Son dos máximas que reitera José Antonio Gómez Sales, gerente de Socialcom, empresa especialista en la estrategia de redes y comunicación. Y, además, si una persona es constante en la búsqueda de trabajo, «tiene más probabilidades de que su solicitud llegue en el momento justo en que la compañía busca el perfil de trabajador en el que tu encajas», añade.
En los tiempos actuales, con 210.800 alicantinos desocupados y una tasa de paro del 23,62%, según los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), la «pelea» por un puesto se ha convertido en una carrera con muchos competidores. «La búsqueda de empleo es ya un trabajo en sí. Tienes que coger hábitos y marcarte horarios: una hora fija a la que levantarte, después buscar en portales de empleo, hacer llamadas telefónicas a las empresas... Hay que tener una agenda», subraya Víctor Tatay, director de la empresa de recursos humanos Adecco en la Comunidad Valenciana, Murcia y Albacete. «Levantarse tarde, irse a la playa... no es la fórmula más adecuada para encontrar un trabajo», añade.
Y en esta carrera de fondo con un escenario laboral y económico marcado por la crisis, aunque cueste, la «positividad» también es como en un mecanismo de propulsión en ese itinerario. Por tanto, desterrar la «negatividad» allanaría el camino.
Asumir uno mismo y ante el potencial empleador que uno «no está en paro, sino que está en búsqueda activa de empleo», encaminaría hacia el objetivo, asegura Gómez Sales, conocedor de los procesos de selección de personal, sobre todo, en redes sociales. De hecho, augura que en el plazo de cuatro años y medio «el que no esté en internet, es difícil que encuentre empleo o verá reducida sus posibilidades».
El modelo está cambiando. Antes, una empresa publicaba una oferta de trabajo y la persona interesada se suscribía a ella. Ahora, la introducción de las nuevas tecnologías en casi todos los campos de la vida cotidiana amplía las posibilidades.
«Y, ahora, es el trabajo el que te busca a ti», repite el gerente Socialcom. «Tú publicas quién eres, y qué haces en las redes sociales, como linkedin, y la empresa a la que has solicitado trabajo busca ahí información sobre ti». No obstante, en el mercado laboral español aún se vive un periodo de transición entre los métodos tradicionales y los meramente tecnológicos.
Un informe de Adecco, empresa de recursos humanos, asegura que ocho de cada diez ofertas de empleo en España no son visibles. El «boca-oído» y las recomendaciones se encontrarían en este amplio porcentaje del 80%. Pero si el demandante de empleo no logra el trabajo por esta vía, todavía tiene un 20% de posibilidades de recurrir a otras.
Y en cualquiera de los dos casos, una buena preparación de la entrevista de trabajo y del currículum vitae ayudan a recorrer este duro y, muchas veces, largo camino tanto para un desempleado de larga duración como para uno que esté sin empleo unos meses o para el que esté ocupado y quiera mejorar profesionalmente. Y tanto para un parado especializado como uno sin cualificación.
«La entrevista es un reto porque durante un corto espacio de tiempo esa persona que busca trabajo tiene que demostrar que reúne todos los requisitos para el puesto; que es el candidato ideal», asegura María Luz Pomares, directora de Carreras Profesionales y Servicios (bolsa de empleo y orientación laboral) de Fundesem.
Ya no sirve echar, sin más, ese currículum a la una empresa que te han dicho que busca empleados y acudir a la prueba de trabajo sin saber de ella. «Hay que cuidar la entrevista. Prepararse», insiste María Luz Pomares.
Nada más fácil que recurrir a internet y «documentarse sobre la empresa, pero también sobre el puesto de trabajo que ofertan», añade. Consultar la web de la compañía y recopilar toda la información sería el paso previo para ir más seguro a la entrevista, al igual que prepararse posibles preguntas clave.
Y en este punto, José Antonio Gómez Sales, aconseja entrenar con otra persona la dinámica de la entrevista, un amigo o un profesional. Puedes encontrarte, por ejemplo, que si en el currículum han incluido que dominas idiomas, «el entrevistador cambie durante la conversación a la lengua que dices conocer», advierte Gómez Sales.
Una vez preparada la entrevista, ya se ha recorrido parte del camino. Ahora toca, ser puntual y cuidar la imagen «vestir correctamente, de forma neutra y mostrar una expresión cordial», aconseja María Luz Pomares. «No con camiseta y chanclas. Hay casos en los que, posiblemente no haga falta ir con traje, pero habría que desterrar la camiseta de promoción comercial, como a veces ocurre», apostilla Gómez Sales.
Ser honesto y responder a las preguntas sin rodeos, también es una actitud clave en este reto que supone la prueba. Pero, sobre todo, «hay que mostrar entusiasmo» sobre el puesto y el proyecto de la empresa. «Demostrar motivación sobre las tareas y transmitir positividad», reitera Pomares. Porque la «actitud es muy valorada». Una disposición en la que se fijará el entrevistador y que se englobaría en el aforismo «si puedes, sabes y quieres». Cumplir con estos requisitos, y que tu perfil encaje con el proyecto de la empresa, además de que la compañía haya advertido tu compromiso, te haría ganar puntos sobre otros aspirantes.
Durante la entrevista, Gómez Sales también recomienda otros aspectos del lenguaje verbal para poder salir airoso. «No hay que moverse mucho, ni tocarse la nariz ni el pelo, denotaría nerviosismo; no cruzar los brazos cuando te hacen una pregunta porque significaría que te estás cerrando en banda. Cuando muestres interés, es bueno inclinarse hacia delante y al hablar, lo ideal es que muestres las palmas de la mano, indica sinceridad y transparencia», detalla el gerente de Socialcom.
Tras la entrevista, hay que dejar a la empresa su periodo de reflexión y esperar a que llamen. Y el candidato «podría anotar puntos de mejora de cara al futuro», coinciden Pomares y Gómez Sales. Además, la directiva de Fundesem aconseja, asimismo, «enviar un correo electrónico de agradecimiento por el tiempo dedicado, reiterar el interés por el puesto y puntos claves de la entrevista. Así nos diferenciaríamos», subraya Pomares.
