Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los fondos ayudan al Sabadell a digerir más de 4.000 millones en activos tóxicos de la CAM

La entidad ha colocado al menos 8 carteras con créditos fallidos e inmuebles a estos inversores

Los fondos ayudan al Sabadell a digerir más de 4.000 millones en activos tóxicos de la CAM

El enorme apetito que muestran los fondos de inversión internacionales por los activos de derribo de la banca española se ha convertido en uno de los mejores aliados del Sabadell para desprenderse de una parte muy significativa de las participaciones y créditos problemáticos que heredó de la CAM. Hasta la fecha, el grupo catalán ya ha conseguido colocar al menos ocho grandes carteras a este tipo de instrumentos en otras tantas operaciones, con las que ha conseguido liquidar de un plumazo más de 4.000 millones de euros en créditos fallidos e inmuebles de difícil comercialización que en su día pertenecieron a la caja alicantina.

Son operaciones en las que el secreto para tener éxito está en el enorme descuento que se ofrece a los fondos, que en ocasiones apenas pagan un 5% del valor nominal de la cartera. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, con la última gran venta organizada por el Sabadell, la Operación Corus, en la que ha colocado créditos al consumo y a pymes en situación de mora por un importe nominal de casi mil millones y por los que Grove Capital Management y Lindorff apenas han desembolsado unos 50 millones.

Aún así la entidad gana dinero ya que se trata de activos que tiene completamente provisionados -cuando un crédito se impaga, la normativa obliga a la entidad a reservar una cantidad equivalente y registrarla como pérdidas- y que, en realidad, le está costando recursos al tener que dedicar personal para su gestión y el intento de recobro. Una tarea que desde el momento de la venta asume el fondo.

Tras una operación relativamente pequeña -la AR1- en que se desprendió de un paquete de inmuebles cuyo importe nominal era de 90 millones de euros en el verano de 2013, la primera gran cartera que colocó el Sabadell con activos fallidos de la CAM fue la Operación Garbí -como se puede comprobar, los nombres son casi tan imaginativos como los que pone la Policía a sus dispositivos-, un paquete de préstamos impagados con un nominal de 632 millones por los que los fondos Aktiv Kapital y Orada Investments pagaron apenas 41 millones de euros. Un año después liquidó otros 463 millones de impagados con la Operación Tritón -los compradores fueron Deutsche Bank e Hipoges- y en marzo de 2015 se desprendió de otro paquete por importe de 798 millones en otro movimiento similar que bautizó con el nombre de Auster.

Entre los movimientos más singulares está la denominada Operación Frida, con la que se deshizo con una sola firma de todos los solares y terrenos que la CAM acumulaba en México debido a los créditos impagados de la filial hipotecaria que la caja alicantina puso en marcha en su día en el país azteca y que se llamaba Crédito Inmobiliario. Una compañía que el Sabadell cerró rápidamente ante las pérdidas que acumulaba.

La Operación Chloe le sirvió para finalizar la tarea de limpieza de participaciones inmobiliarias de la CAM en España -en ella se incluyó, por ejemplo, Polaris World- y también llamó la atención la venta de la denominada Ciudad Ros Casares al Fondos de Garantía de Depósitos, el mismo que debe encargarse las posibles pérdidas que sufra el Sabadell debido a los activos tóxicos recibidos de la CAM y que, sin embargo, vio un buen negocio en quedarse con algunos de ellos.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats