Los responsables del Instituto de Estudios de la Provincia de Alicante (Ineca) han alertado hoy de que el ritmo de recuperación de la economía local ha empezado a frenarse y han pedido más apoyo para los sectores que en estos momentos presentan las mejores cifras y un mayor potencial de desarrollo: el turismo y la construcción de segundas residencias. Por eso, el presidente de Ineca, Perfecto Palacio, ha reclamado a los políticos que no generen más «incertidumbre» y que «acoten en el tiempo» sus debates para evitar que acaben afectando a la evolución de estos negocios.

Palacio se refería en concreto a la polémica abierta por la posible implantación de una tasa para el sector turístico y a la nueva regulación del sector de la construcción que planea el Consell, con la nueva Ley sobre la Función Social de la Vivienda o la moratoria aprobada en el desarrollo de nuevos suelos en las zonas de costa. Para el presidente de Ineca, «tiene que haber debates y se tiene que hablar de todo, pero deben estar acotados en el tiempo y tener su medida» para evitar que supongan un freno para la economía.

Durante la presentación del informe de coyuntura que elabora trimestralmente el instituto, Perfecto Palacio ha recordado la importancia de ambos sectores para la economía provincial. Así, por ejemplo, ha destacado que Alicante concentra el 25% de los nuevos visados para la construcción de viviendas en toda España y que también supone el 22,5% de las ventas de casas que se realizan a extranjeros. Una actividad que sólo durante el último trimestre del año pasado aportó a la economía alicantina 517 millones de euros, «más que cualquier exportación».

Por su parte, también recordó que Alicante concentra casi un 8% de todas las pernoctaciones hoteleras del país, a las que hay que sumar el resto de visitantes que eligen otra formas de alojamiento.

Señales de alarma

Frente a la buena evolución de estos sectores, el director de Proyectos de Ineca, Joaquín Melgarejo, y el responsable de Análisis y Gestión del mismo, Francisco Llopis, destacaron la presencia de «algunas señales de alarma» entre los principales indicadores de la provincia. Uno de ellos es el estancamiento en las cifras de creación de nuevas empresas, lo que apunta hacia un freno en la inversión, aunque también señalaron que, en parte, puede deberse al menor recurso al autoempleo.

También destacaron la reducción del saldo comercial positivo de la provincia, que ha caído un 20% en el último año, debido a que las importaciones están creciendo a un mayor ritmo que las exportaciones. Sobre esto último, Ineca también llama la atención que el aumento de los envíos al exterior -que fue del 4,4% en febrero- ha sido menor que el registrado en el resto de provincia de la Comunidad Valenciana.

Por último, los responsables de Ineca han llamado la atención sobre la escasa aportación de Alicante a la recaudación del IRPF -la provincia apenas supone el 1,33% de los ingresos del Estado por este tributo-, lo que, a su juicio, es un indicativo de la baja productividad de las empresas de la zona y también de los bajos salarios que se pagan en la zona, entre un 25% y un 30% por debajo de la media nacional.