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Bonny prescindirá de hasta 120 empleados en verano tras su cambio de modelo

La compañía anuncia un nuevo expediente temporal para adaptarse a su nuevo ritmo de producción

Bonny prescindirá de hasta 120 empleados en verano tras su cambio de modelo carlos rodríguez

La productora de tomates Bonny volverá a recurrir este año a un Expediente Temporal de Regulación de Empleo para ajustar su plantilla durante los meses de verano, tras el cambio de modelo productivo que ha supuesto su desenganche de Mercadona y su apuesta por la exportación. Así lo confirmaron ayer fuentes oficiales de la compañía con sede en Mutxamel, que señalaron que las suspensiones de contrato afectarán «como máximo» al mismo número de empleados que el año pasado -el primero en que se adoptó esta medida-, cuando no llegaron a las 120 personas. En cualquier caso, la cifra definitiva se fijará durante las negociaciones con los sindicatos, que arrancarán la próxima semana.

Esta reducción temporal de plantilla responde al nuevo ciclo productivo que la firma están introduciendo en sus plantaciones para adaptarse a la demanda de los países europeos, donde en verano tiran de la cosecha local o de zonas más cercanas y es en los meses de frío -entre octubre y mayo- cuando recurren a las importaciones de regiones más cálidas para satisfacer sus necesidades. Un ritmo muy distinto al que tenía como interproveedor de Mercadona, que le exigía mantener una producción constante a lo largo de todo el año.

Fruto de este cambio la compañía ya puso en marcha un ERE en 2015 que supuso el despido de medio centenar de trabajadores, acompañado de otro expediente de regulación temporal que afectó a 119 empleados, que vieron suspendidos sus contratos entre tres y seis meses. Una medida que ahora quiere repetir y que, como reconocen, podría convertirse en habitual hasta que se logre articular la forma jurídica para que estos trabajadores tengan la consideración de fijos discontinuos, como ocurre, por ejemplo, en las fábricas de turrón.

De hecho, desde Bonny apuntan que, en realidad, los empleados afectados fueron contratados bajo esta modalidad pero que durante la etapa de colaboración con Mercadona no tuvieron que dejar de trabajar ningún mes, ante la demanda continua de producto. Se trataría de regresar a la situación anterior.

Fue en septiembre de 2013 cuando la compañía de Mutxamel decidió apostar por un cambio en su línea de negocio y rompió con la cadena de supermercados valenciana para centrarse en la exportación y buscar una mayor rentabilidad. Entonces ya sabían que la adaptación no iba a ser fácil y que en los primeros años podía acarrear una caída de la facturación, debido a la necesidad de ajustar el ciclo de sus plantaciones. Así, su cifra de ventas ha pasado de unos 150 a 110 millones de euros en este tiempo, aunque confía que empiece a remontar a partir del próximo ejercicio.

Desde Fitag-UGT señalaron ayer que analizarán la propuesta de ERTE de la compañía y tratarán de minimizar sus efectos. Como único punto positivo destacaron la ausencia de despidos en la propuesta de la empresa.

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