El Banco Sabadell negocia la venta a un consorcio de fondos de inversión de Mediterráneo Vida, una de las aseguradoras que heredó de la CAM, según confirmaron a este diario fuentes financieras. Esta firma se hizo tristemente célebre porque fue uno de los motivos -junto con el requerimiento que envió el Banco de España exigiendo más provisiones- que llevó a Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria a romper con la CAM, por los compromisos ocultos que llevaba a acarreados.

Mediterráneo de Vida era una compañía que la caja alicantina había creado al 50% junto con la holandesa Aegón para comercializar seguros de vida en el año 2004, un negocio que fue muy rentable para ambos durante años. El problema es que el contrato que habían suscrito incluía una cláusula que permitía a la aseguradora exigir a la CAM que le comprara su mitad, si la entidad cambiaba de dueños o perdía el control de su negocio.

Al tratarse de una caja de ahorros nadie pensó que esto pudiera ocurrir, pero cuando la CAM firmó su alianza con Cajastur -que incluía el traspaso del negocio a un banco de nueva creación-, Aegón decidió ejercitar la cláusula y reclamó 600 millones a la entidad, lo que hacía imposible cualquier plan de viabilidad de la caja y provocó que sus socios la abandonaran.

Posteriormente, cuando la CAM fue adjudicada al Sabadell, Aegón siguió con sus pretensiones y presentó una denuncia en la Corte Penal Internacional. El banco presidido por Josep Oliu llegó a un acuerdo y, finalmente, pagó 449 millones a la aseguradora para zanjar el caso.

Un problema añadido es que el Sabadell tiene un acuerdo de exclusividad en el sector de los seguros con Zurich, por lo que tampoco le interesaba seguir explotando esta compañía. Por eso se trata de una cartera en extinción, ya que no recibe nuevas contrataciones ni se renuevan las pólizas existentes, de ahí el interés del banco por desprenderse de ella. Las pólizas que suma esta cartera están valoradas en 2.000 millones.