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La medicina no puede resucitar un cadáver

Cuatro cambios cosméticos no pueden resucitar a un muerto; la medicina que podía salvar a Coepa es totalmente inútil cuando el fallecimiento ha sido certificado

La medicina no puede resucitar un cadáver

Siento decirlo, pero Coepa es en la actualidad un «caballo muerto», completamente reventado por los abusos que se han cometido en los últimos años en su gestión y manejo, a los cuales no son ajenos, ni mucho menos, los que siguen estando en su Junta Directiva, incluido su nuevo Presidente.

Lo que hace cuatro años propuse -algo semejante a lo que propone ahora el presidente en funciones- era una medicina necesaria para salvar a una Coepa con problemas, pero hoy en día esta estrategia ha dejado de ser válida, el tiempo no perdona, y ahora es únicamente una pérdida de tiempo, un vano intento que persigue intentar evitar las responsabilidades personales en que ya ha incurrido el Comité Ejecutivo y que ahora el proceso concursal, pondrá de manifiesto.

Por otra parte el ofrecimiento viene de la mano de las mismas personas que han sido el origen del problema, porque la dimisión de Moisés Jiménez únicamente ha desvelado la marioneta que estaba delante del escenario en este macabro juego de máscaras, en el que los que mandan están detrás de ellas y,desafortunadamente, siguen siendo los mismos. Es evidente que las personas que han sido el origen del problema no pueden ser la solución del mismo y, en este caso, por sus propias acciones los vamos conociendo.

¿Se pretende ahora fundar una nueva patronal con los mismos nombres y las mismas personas causantes de la ruina de Coepa? El nuevo Presidente, no es para nada alguien ajeno a la gestión de Coepa de los últimos años. Él ha sido durante los últimos cuatro años Vicepresidente Primero con mando en plaza, atribuciones, responsabilidades y en ningún caso ha sido conciliador, porque quien pone gasolina a la hoguera no es «bombero». Ha sido curioso leer en algún medio de comunicación que yo debería dar un paso a un lado para desbloquear el problema. Curioso, porque ellos han sido los que nos expulsaron. Curioso, porque en todo este tiempo no ha habido ni siquiera un acercamiento, en ningún sentido. Curioso, porque exigen que nosotros «cedamos algo» cuando Cepyme no tiene nada que ceder, ya que simplemente nos expulsaron de la organización. Curioso, porque nunca escucharon las consideraciones que hacíamos frente a su nefasta gestión, y ahora pretenden hacer suyas las fórmulas propuestas, pero ya es demasiado tarde.

Si aceptáramos «compadrear» en aras a una supuesta fórmula para preservar la unidad de la patronal provincial, Cepyme Alicante y su Presidente estarían incurriendo en una falta de objetividad que no nos podemos permitir y que además podría llevar incluso a otras personas que ahora no tienen responsabilidad a adquirirlas en un futuro, si es que finalmente los Tribunales nos dan la razón y dejan en suspenso nuestra expulsión de Coepa.

Hay un problema añadido: el núcleo duro de Coepa siempre ha despreciado la legalidad, ha creído en la impunidad de sus maniobras y actuaciones. Por ejemplo siguen manifestando que tenían previsto pagar el centro de formación con los fondos recibidos para la formación. Esta explicación en sí mismo es delictiva, ya que unos fondos finalistas no se pueden dedicar a otra cosa y sin embargo, lo han repetido en los medios de comunicación hasta la saciedad. Es imposible, con esos criterios, llevarles como compañeros de viaje.

Una patronal dividida no es lo mejor para Alicante, pero no podemos dejarnos engañar y precipitarnos ahora en «resolver esta desunión» no nos puede llevar a las imprudencias que otros han cometido, con los resultados que ahora vemos y que hemos venido denunciando desde hace años. Todo en su momento. Es no entender nada creer que el tema era personal; nuestra persistencia en la denuncia no era contra Moisés Jiménez ni contra Francisco Gómez, sino contra un modelo que no puede continuar, siempre a la sombra de las mismas personas que manipulanlos hilos detrás del telón.

Creo que irremediablemente Coepa debe liquidarse y con ello enterrarse el modelo actual. La imposibilidad de pago y de cumplir con su objeto la hacen completamente inviable.

Se podrá negociar una nueva y más grande patronal, abierta a todos, cuando existan interlocutores no vinculados al núcleo duro del actual modelo, no salpicados por la gestión anterior tan directamente como el actual Presidente y una verdadera voluntad de cambio, no una necesidad de salir de la depuración de responsabilidades a cualquier precio. En ese momento, estaremos dispuestos a trabajar por una patronal, grande e independiente verdaderamente preparada para cumplir con su papel de agente social con total libertad de objetivos y de recursos.

Mientras tanto Cepyme Alicante seguirá su camino y trabajará sin fatiga, como hasta ahora, para defender los intereses de las pymes, ocupando los puestos de representatividad empresarial y de participación institucional que indudablemente Coepa está dejando de poder ocupar. Vamos a trabajar codo con codo con las nuevas administraciones y seremos, porque es nuestro papel, la única voz reivindicadora de las necesidades y derechos de las empresasfrente a los problemas que nos toca vivir en estos tiempos difíciles.

Indudablemente no podemos mirar para otro lado mientras sigue sucediendo lo mismo que siempre, ni vamos a aceptar componendas con los mismos que nos han despreciado a lo largo de los últimos años. Nuestra sociedad, nuestra Provincia y nuestras empresas han sufrido demasiado para permitir que todo vuelva al mismo agujero oscuro manejado por los mismos oscuros intereses.

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