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El dinero teme a Podemos

Las empresas creen que la entrada de Iglesias en el Gobierno podría conllevar cambios legislativos

El dinero teme a Podemos

La posibilidad de que Podemos entre en el Gobierno de España ha puesto a temblar a los principales sectores económicos de la provinciasectores económicos. «El populismo asusta», reconocía recientemente un empresario provincial.

Un nuevo régimen impositivo o, sobre todo, cambios en las actuales normativas laborales, como ha lanzado como prioridad el líder del partido morado, Pablo Iglesias, en caso de suscribir, finalmente, un pacto de Gobierno con los socialistas, «nos afectaría. Es una preocupación que subyace porque serían unas reglas del juego distintas», coinciden Juan Antonio Santo, presidente de la Asociación Mármol de Alicante, y el empresario eldense del calzado José Juan Sanchís.

El mandatario de la patronal provincial Coepa y de la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (Aefa), Francisco Gómez, también alude a la preocupación entre el empresariado por que «pueda prolongarse esta incertidumbre y que, al final, afecte a temas de tipo laboral o de tasas». No obstante, matizaba que «los empresarios alicantinos somos emprendedores para poder seguir dinamizando los negocios pese a la actual situación política; aunque si se clarificara sería mejor. Tendríamos un techo y un horizonte más seguro porque necesitamos tiempo para poder desarrollar los proyectos».

Son casi cuatro meses con un Gobierno en funciones y sin que se resuelva la incógnita sobre el nuevo. Durante todo este tiempo, en el tablero político han avanzado y retrocedido posiciones las posibilidades de formar una gran coalición entre PP, PSOE y Ciudadanos (C's) -una postura por la que apuestan el primer y tercer partido-; o las del socialista Pedro Sánchez, que lucha por su investidura como presidente, queriendo sumar a su proyecto a C's y Podemos.

Pero las negociaciones con uno y otro arrojan un día avances y otro fracasos rotundos.

Además de la preocupación por una mayor presión impositiva, el empresariado teme propuestas lanzadas en este periodo de negociaciones como la anulación de la reforma laboral, que está en la agenda Podemos. Una normativa que ha abaratado los despidos y ha hecho crecer la temporalidad y la precariedad en el empleo, según vienen denunciando los sindicatos. La derogación también está en la agenda del PSOE desde que Pedro Sánchez asumió la secretaria general de los socialistas, aunque esta reforma no quedó reflejada estrictamente en el pacto firmado entre Sánchez y el líder de Ciudadanos, Albert Rivera.

«La economía no tiene asimilado un cambio drástico en las tendencias. De hecho, los últimos indicadores apuntan hacia una desaceleración por la expectativa sobre quién va a gobernar», subrayaba el representante del sector del mármol. Una industria, al igual que el resto de los sectores productivos provinciales volcada en las exportaciones, que de momento, no se han visto afectadas por el «impasse» de la política nacional. Tampoco durante los años más duros de la crisis. De hecho, el comercio exterior ha sido la tabla de salvación de los sectores durante la reciente etapa de recesión.

«Nos influyen más los avatares del comercio internacional. Si sube el petróleo o si hay conflictos en algún país cliente», añadía Juan Antonio Santo, quien, advertía, no obstante, de que la bonanza del comercio exterior puede verse perjudicada si se dilata en el tiempo la falta de gobierno o hay un cambio de normativas económicas que afecten a las empresas. La exportación alicantina goza de buena salud. Ha crecido un 5,6% en relación al año anterior, según los datos del Instituto de Comercio Exterior (ICEX) correspondientes a enero.

La actividad turística provincial tampoco aplaude que entre los futuros socios de un gobierno en España esté Podemos. «Sabemos que para ellos el turismo no es prioritario y tampoco tienen propuestas para el sector», apuntaban desde la patronal hotelera de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec). «Se necesita un país estable para ser interesante a los mercados, aunque también es cierto que el turismo está viviendo su momento dorado en muchos años, pese a la situación política», admitían en la patronal hotelera.

Los establecimientos provinciales, sobre todo Benidorm, ya tienen el 50% de reservas del turismo británico para este verano y el sector acaba de registrar una Semana Santa con cifras récord en 10 años: el 100% de ocupación hotelera en Benidorm y Torrevieja y el 82% en Alicante. Paralelamente, el aeropuerto de Alicante-Elche prevé cerrar este año con más de 11 millones de pasajeros. De hecho, el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante, José Enrique Garrigós, fía directamente la generación de puestos de trabajo con la actividad turística en el actual contexto político-económico. «La generación de empleo puede mantenerse si la ocupación turística crece más de lo previsto, principalmente por la situación de inestabilidad de mercados competidores en el norte de África. El turismo, dentro del sector servicios, puede ser el eje fundamental para que la economía no "sufra" la desconfianza provocada por esta situación política».

Tampoco creen los industriales alicantinos que la incertidumbre sobre la composición del nuevo Ejecutivo -que ya ha dejado en suspenso el viaje de Obama a España, que se preveía en julio- beneficie la imagen internacional del país. «Puede bajar la confianza en los mercados», manifestaba el presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Juguetes (AEFJ) y recientemente elegido mandatario de la patronal europea del sector. Pastor echa mano del silogismo para resumir las repercusiones del actual escenario: «si hay inestabilidad, bajan el mercado y la confianza y, al final, baja el consumo». Esa es otra de las preocupaciones a nivel empresarial de la actual incertidumbre política.

El otro frente son las inversiones. En la patronal juguetera no han llegado casos de empresas que hayan retrasado decisiones estratégica por la situación política. Pero sí tienen claro que si las «actuales señales se alargan en el tiempo y se van sumando otras incertidumbres, al final van dinamitando la confianza», subrayaba Pastor.

El presidente de Coepa insistía en que pese al contexto político, las empresas mantienen su dinamismo. Y ponía el reciente ejemplo del proyecto de ampliación en Elche de Tempe, empresa que comercializa y distribuye el calzado y los complementos que el grupo Inditex destina a marcas como Zara, Pull&Bear, Massimo Dutti, Bershka o Stradivarius. Y como mandatario, igualmente, de Aefa, apostilla que en el mercado nacional, «los empresarios familiares estamos tan enganchados al territorio, que seguimos trabajando porque creemos en nuestro territorio y en una consolidada democracia».

Otra mirada es la que pueda tener un inversor exterior. «Quizá vea el riesgo hacia su inversión porque el capital es miedoso», admitía Francisco Gómez.

«La incertidumbre llega, precisamente, en el momento en que España había retomado la senda del crecimiento y la creación de empleo», admitía el presidente de la Cámara de Comercio de Alicante. Garrigós también incide en la «desconfianza» que la actual situación puede crear entre los inversores, «y por tanto, generar una ralentización del crecimiento». Pero el mandatario cameral va más allá. Cree que el «freno en la acción ejecutiva y legislativa supone, asimismo, un parón en las reformas que necesitamos para seguir manteniendo nuestros indicadores más importantes». Pero también José Enrique Garrigós echa una palada de cal para sacar las fortalezas del panorama actual. Porque «al igual que hay que estar atentos a estos posibles "riesgos" (la palada de arena), no es menos cierto que hay fortalezas que nos van a permitir mantener el crecimiento, como el precio de la energía, la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) o la consolidación de las entidades financieras españolas, que está permitiendo la apertura del crédito hacia las empresas y los particulares», incidía Garrigós.

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