­

Los gobiernos de Catar, Arabia Saudí, Rusia y Venezuela acordaron ayer congelar la producción de petróleo a sus niveles de enero, con el fin de estabilizar el precio del crudo en los mercados internacionales, en la reunión que estos cuatro países celebraron en Doha. El ministro de Energía catarí y presidente de turno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Mohamed Saleh Al Sada, fue el encargado de anunciar el acuerdo que, en su opinión, «no solo beneficiará a los productores y exportadores de petróleo, sino también a la economía global», que se ha visto sacudida recientemente por la caída del precio del crudo a sus niveles más bajos desde hace doce años, debido a la sobreoferta en el mercado.

Al Sada manifestó su deseo de que los demás grandes productores, tanto miembros como no de la OPEP, sigan este ejemplo y, para ello, anunció que emprenderá «inmediatamente» una ronda de contactos y negociaciones con países como Irán e Irak.

La decisión que tomen el resto de productores es fundamental para que este acuerdo tenga la repercusión necesaria, como demostró ayer la reacción de los mercados. Así, el barril de Brent llegó a subir ayer más de un 6% a primera hora de la mañana, cuando se esperaba el anuncio del acuerdo, pero luego este ascenso se neutralizó cuando se supo su contenido. Al respecto, el director de la Red de investigación de energía global de la Warwick Business School británica, David Elmes, señaló que la iniciativa de los cuatro productores «es un interesante primer paso de cara a poner un techo a la producción», pero recordó que el nivel de enero «es aún demasiado alto». Según el experto, la iniciativa de Doha envía un mensaje positivo a los inversores, pero «se requerirán más medidas» para reequilibrar el mercado. Así, por ejemplo, Argelia volvió a solicitar una reducción de la cuota de producción.