Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Las cifras del empleo mejoran para los hombres y frenan para las mujeres alicantinas

En la provincia hay 376.000 trabajadores por 316.000 trabajadoras, que además son más precarias

Una parada, ayer, esperando entrar a una oficina de empleo de Alicante pilar cortÉS

Unas 2.500 paradas menos, frente a mil desempleados menos en Alicante es el balance favorable para el trabajo femenino que arroja la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al último trimestre de 2015 en relación al anterior. Las campañas en hostelería y comercio de final de año, donde tradicionalmente se emplea a más mujeres, estarían en el origen de este descenso que, además, sitúa por debajo el número de paradas (98.600) del de los parados (107.600). En total, la provincia cerró el pasado año con 206.300 alicantinos sin empleo.

Pero María, de 42, años, Mónica, de 57, y Mari Carmen, de 48, ven este descenso del desempleo femenino como un espejismo. Están paradas y reciben con escepticismo la noticia. Llevan varios años sin trabajo y tanto Mónica como Mari Carmen aseguran, exclamando, que «¡si hasta es difícil encontrar empleo para limpiar casas o cuidar a personas mayores!». Viven otra realidad en la que no se atisban los signos de reactivación que apuntan algunos indicadores. Además, coinciden en que el hecho de ser madres supone más dificultades para ser seleccionadas para entrar a trabajar a una empresa.

Brecha en la ocupación

Ellas no pudieron estar ocupadas, aunque fuera por unos meses, en el último tramo del año, como refleja la EPA para el colectivo femenino. Quizá, los datos son muy coyunturales, porque en el conjunto del balance, éste sería el único que da un respiro a las trabajadoras provinciales. De hecho, la misma estadística revela que las mujeres tienen una tasa de paro del 23,8%, frente al 22,3% de los hombres y el 23% que representa el índice provincial. También es inferior la tasa de actividad femenina: un 53,2%, frente al 63,7%. Pero la gran brecha laboral se evidencia en los datos de la ocupación. Si Alicante tiene 692.000 trabajadores con empleo, de ellos 376.000 son hombres y 316.000 mujeres, que sufren más la eventualidad laboral.

A Laura, de 33 años, se le acabó la prestación por desempleo hace cuatro meses y ahora acude a las oficinas del Servef para solicitar la ayuda mínima (poco más de 400 euros) porque tiene un bebé. Trabajaba en el sector de telefonía y asegura que en su vida laboral no ha tenido problemas para encontrar un empleo. «He trabajado también de dependienta, de comercial...» Eso sí, admite que cuando ha estado ocupada «ha sido en precario. Con contratos temporales y cuando llegaba el máximo de tiempo para que te hicieran fija, te echaban». Laura se muestra segura de que cuando su bebé sea un poco más mayor y pueda incorporarse al mercado laboral, encontrará trabajo. «Si no es de una cosa, de otra»

Pero, al mismo tiempo, sabe que se dará de bruces con la «precariedad laboral». Si, finalmente, fuera así, Laura se encontraría dentro del colectivo de trabajadoras provinciales que sufren la eventualidad en el empleo. La tasa de temporalidad para las mujeres es del 29%, mientras que la de los hombres baja al 24,8%, índices que dan una tasa provincial del 26,9%.

E, igualmente, se sumaría al colectivo de mujeres ocupadas de entre 25 y 34 años, que en la provincia era de 67.600 a final de año, según la EPA. Una Encuesta que refleja, también, que el empleo es masculino, dado que el número de ocupados alicantinos de la misma franja de edad es superior. Alcanzan los 76.700. De hecho, en todos los niveles de edad, el número de hombres con empleo está por encima del de las mujeres.

La edad

Ahora, la edad parece que juega a favor de Laura, si la comparativa se hace entre el colectivo femenino. «Si eres joven, sin cargas y tienes flexibilidad horaria», tienes menos obstáculos para lograr un puesto de trabajo, repiten Mari Carmen y María. La maternidad es «un freno»; es un «hándicap» en el mundo de la empresa. Una traba que se han encontrado muchas trabajadoras desde que la mujer comenzó a incorporarse al mercado laboral de forma mayoritaria. «No te preguntan la experiencia o la formación que tienes. La primera pregunta es si tienes hijos». Según Mari Carmen, sigue siendo difícil encontrar un empleo «si eres mujer, tienes hijos y o tienes una edad», ironiza. Ella nació hace 48 años, es técnico administrativo y lleva en paro desde 2010 cuando fue despedida de la fábrica de calzado donde trabajaba en Elda. Ahora se ha trasladado a Alicante porque su marido, que también estaba sin empleo, ha encontrado uno en el mantenimiento de una urbanización. Ganará 1.000 euros, de los que tienen que vivir la pareja y sus dos hijos (mellizos) de 12 años.

María, de 42 años, lleva diez días en paro. Su último trabajo fue de operadora de telefonía. «Desde 2010 que me quedé sin empleo, he entrado y salido varias veces del paro». Pero antes, había sido una empleada fija durante 19 años. En Viaje Marsans. «Sí,sí, ahí empezó mi crisis». María no es de las que que piensa que en el empleo se discrimine a la mujer. Al menos, esa fue su experiencia cuando trabajaba. «Eso sí, es más difícil si tienes hijos». Su marido, con más de 50, también está parado. Tienen una niña de 9 años y sus padres le ayudan a salir adelante.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats