El petróleo, una materia prima clave en la economía mundial y en la evolución de los precios, subió con fuerza el pasado viernes, supera la barrera de los 30 euros. La razón está un posible acuerdo entre Rusia y la OPEP que llevaría a un recorte de la producción y con ello una subida de precios. El recorte siempre ha sido una medida por parte de los productores para equilibrar precios en época de demanda baja, pero desde que en 2014 iniciara su senda bajista no se había utilizado, primando razones políticas y geoestratégicas por encima de las económicas, pero todo tiene un límite y este se ha alcanzado.

Los países del Golfo Pérsico, y en especial Arabia Saudí, han observado cómo el precio bajaba de forma importante y no se recortaba la producción. La razón, ellos tienen el petróleo más barato en producción. La extracción de petróleo no tiene el mismo coste, sino que depende de dónde se realice. Es muy distinto el coste en una plataforma petrolífera del Mar del Norte que en el desierto de Arabia. Por ello, mientras los precios bajaban, muchas de estas formas de extracción y países entraban en pérdidas. Los primeros, el llamado petróleo de esquistos, que se empezó a extraer de forma masiva en Canadá y especialmente Estados Unidos en los últimos años y que requiere de un proceso químico para su transformación, con un precio de coste que ronda los 50-60 dólares, ha sido el primero en ser "expulsado" en el mercado. Pero no ha sido el único. También el conflicto de Arabia con Irán, que ha visto como desaparecen las sanciones, tiene mucho que ver en dejar bajar el petróleo, ya que tanto por coste como por necesidad de divisas Irán no puede permitirse no vender o recortar producción. Pero todo tiene un límite.

El límite de 20 dólares el barril, un suelo que no se romperá

El tope de bajada son los 20 dólares. Ese es el coste de producción de los países del Golfo Pérsico. Una cosa es ganar menos y otra muy distinta perderlo, y si se rompe esta referencia Arabia entraría en números rojos. Por ello el acuerdo de la OPEP y otros productores como Rusia para disminuir la producción está ahora mucho más cercano y se nota en la subida del precio del crudo. ¿Será suficiente?

Presumiblemente no. Es decir, se contendrán los precios, pero no se soluciona el problema de fondo, con un recorte de un 5% en la extracción, porque si hay una sobreproducción es porque la compra del petróleo y materias primas está en mínimos. Por ello, más importante que el descenso de producción sería la solución de los problemas económicos de China. Pero teniendo en cuenta lo opaco que es el Gobierno de la República Popular, hay muchas dudas de que sea así.

¿Qué ocurrirá en el medio plazo?

De momento veremos una subida importante que aliviará a la Bolsa, empresas petrolíferas e incluso algunos países. Pero la duración se antoja corta y seguramente en el transcurso de unas pocas semanas veremos de nuevo la tendencia a la baja. La situación parece muy difícil de equilibrar, salvo que el crecimiento a nivel global se consolide.

De hecho, ya hay voces de alarma incluso en una economía fuerte como Estados Unidos, que habla de un parón e incuso ralentización en su crecimiento. Por todo ello, la apuesta es que se repetirán las bajadas de producción para mantener al crudo entre 30 y 40 dólares.

Este nivel seguirá siendo positivo para la economía española, con un ahorro importante en la factura energética. En el lado contrario, lastrará a países como Venezuela o Rusia. La Bolsa no tendrá tampoco muchos motivos para la tranquilidad y seguirá pendiente del crudo y China. Veremos muchos cambios bruscos, subidas y bajadas, que no borrarán la incertidumbre pero que debemos tomarnos con calma, porque la incertidumbre del petróleo y de la economía en general no nos abandonará en un 2016 complicado.