La Conselleria de Economía que dirige Rafael Climent tiene intención de poner fin al uso comercial de las zonas industriales. Así se desprende del texto del nuevo Plan de Acción Territorial Sectorial del Comercio de la Comunidad Valenciana (Patsecova), en cuyo borrador está trabajando la Dirección General de Comercio, así como de las palabras del propio director general, Natxo Costa.

«Vamos a obligar a los ayuntamientos a que en un periodo de tiempo que está por determinar nos especifiquen si su suelo terciario va a ser comercial. Queremos que se diferencia entre terciario y terciario comercial, que el ayuntamiento sea consciente de la decisión que adopta, no como ahora», apunta Costa.

Desde Economía, cuya cúpula dirigente se ha mostrado desde el primer día de gestión proteccionista con el comercio de proximidad y restrictiva con las grandes superficies y centros comerciales, pretenden ordenar los usos del suelo, que en muchos casos tienen una calificación de terciario desde antiguo y se convierte en «coladero» de centros comerciales.

Ahora mismo la ordenación urbanística es competencia municipal, pero la conselleria tendrá que dar el visto bueno a cualquier cambio del suelo a uso terciario, así como su especificación en comercial, oficinas, hoteles, logística, etc.

La idea de la dirección general es que no pueden mezclarse las actividades industriales con el comercio, que tienen difícil convivencia por la afluencia de clientes que genera el comercio, cuestiones de seguridad, la coexistencia del transporte pesado con vehículos privados, etc., opinan.

Lo cierto es que el nuevo Patsecova, en cuya revisión está trabajando la Conselleria de Economía, recoge todo el espíritu revisionista de la actual conselleria respecto a la ordenación comercial. De hecho, crea la figura de la «zona comercialmente saturada». Según el documento, la conselleria podrá declarar un área saturada y, por tanto, bloquear nuevas actividades, si se dan circunstancias como la saturación de viales de acceso, demandas de aparcamiento inasumibles para la zona o superar los límites de contaminación.

En este sentido, el Patsecova traslada a los ayuntamientos la obligatoriedad de «desarrollar planes de mejora y conservación en ámbitos comerciales degradados y/o saturados».

Lo cierto es que el trazo grueso del nuevo plan, que se ha presentado tras un largo proceso de redacción que se ha visto impulsado por el nuevo equipo de la conselleria, pone bastantes límites al gran comercio.