El exvicepresidente del Gobierno y exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, ha pedido al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu que haga constar que reintegró «voluntariamente» el dinero gastado con la «tarjeta black» que le entregó Bankia, en el auto por el cual proponía que fuera juzgado junto a otros 65 titulares de las visas opacas.

El que fuera presidente de Caja Madrid y máximo responsable de Bankia señala en el escrito remitido a Andreu que la resolución judicial no individualiza las actuaciones «concretas» de los 66 antiguos representantes de estas entidades financieras y advierte de que omite un elemento «esencial» e «imprescindible» con el que poder ejercitar «adecuadamente» su derecho de defensa. Se trata, dice su defensa, de que Rato devolvió los 54.837 euros gastados con este plástico a Bankia antes de que el grupo, dirigido por José Ignacio Goirigolzarri, trasladara su informe sobre las tarjetas a la Fiscalía y se incoara esta pieza separada del caso Bankia.

Rato gastó con su «tarjeta black» otros 44.217 euros durante la etapa en la que permaneció en Caja Madrid, con lo que el desembolso que realizó asciende a 99.054 euros. El expresidente de la caja madrileña Miguel Blesa también ha sido procesado por cargar 436.688 euros a su tarjeta, igual que su número dos, Ildefonso Sánchez Barcoj, por gastar hasta 575.071 euros.

El juez dictó el pasado 23 de diciembre un auto en el que transformaba las actuaciones en procedimiento abreviado, trámite equivalente al procesamiento, para concluir la investigación y proponer sentar en el banquillo a 66 antiguos representantes de Bankia y Caja Madrid.