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La recuperación reduce la cifra de alicantinos que planea abrir su propio negocio

Sólo un 5,4% de la población barajó en 2014 el autoempleo como salida profesional

La mejora de la situación económica y, por tanto, el aumento de las posibilidades de encontrar un empleo por cuenta ajena ha reducido la cifra de trabajadores que se plantea poner en marcha su propia empresa. En concreto, mientras que en 2013 hasta el 9,8% de los consultados en Alicante y en el resto de la autonomía barajaba la opción de crear un negocio como salida profesional, el año pasado el porcentaje ya se había reducido hasta el 5,4%, según el informe Global Entrepreneurship Monitor. Comunidad Valenciana 2014 que ha dirigido el catedrático de la Universidad Miguel Hernández José María Gómez Gras, y en el que se ha encuestado a más de 1.200 personas.

«La salida de la crisis se nota por partida doble porque, por un lado, se incrementa el número de personas que ven oportunidades de negocio en el mercado para emprender (un 24,2% frente al 17,4% de 2013), pero también se reduce los que están dispuestos a hacerlo», apunta Gómez Gras.

Cómo es lógico, este cambio de tendencia también se deja sentir en el número de trabajadores que finalmente dan el salto y se convierten en empresarios. Así, mientras que en 2013 hasta un 5,5% de los consultados era emprendedor (participaba en la propiedad de un negocio con menos de 42 meses de vida), el año pasado la cifra cayó hasta el 4%. El mayor descenso se produjo entre lo que el estudio denomina «actividades nacientes», es decir, aquellas que tienen menos de tres meses de vida.

En sintonía con lo anterior, el informe también apunta a una pequeña reducción del número de emprendedores cuya principal motivación es la necesidad, y que suponen el 31,3% del total -seis décimas menos que en 2013-, frente al 66,8% que asegura que lo hizo tras ver una oportunidad de negocio.

El perfil

En cuanto a las características de estos nuevos empresarios, el estudio patrocinado por la Miguel Hernández y Santander Universidades revela que la edad media de los emprendedores si sitúa en el entorno de los 41 años, que la mayoría son varones -un 58,3% frente a un 41,7% de mujeres- y que lo más habitual es que se inicien en esta nueva andadura profesional en solitario (un 49,8%).

Por sectores de actividad, hasta un 54,8% de los nuevos negocios se encuadra en los servicios orientados al consumo (comercio, hostelería, etc.), frente a un 18,3% que dirigen su actividad a los servicios para otras empresas y un 23,5% que tiene algún componente industrial.

La inversión inicial más frecuente es de apenas 6.000 euros, que el 50% financia con sus propios ahorros, otro 20% recurre a la familia; un 7% a los amigos y sólo el 23% pide el dinero al banco.

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