La Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (AEFA) Asociación de la Empresa Familiar de Alicante (AEFA) va a empezar a trabajar en un censo de compañías centenarias de la provincia con el fin de ponerlas en valor y contribuir a su protección. De hecho, el objetivo es crear un catálogo con esas marcas y la organización incluso quiere entablar conversaciones con la Oficina de Armonización del Mercado Interior (OAMI) para ver en qué medida puede dar soporte a esta nueva iniciativa.
Por ahora, AEFA tiene identificadas a medio centenar de empresas que ya han superado el siglo de trayectoria, aunque muchas formalizaran su inscripción en el Registro Mercantil algo después de que nacieran. Es más, desde la asociación que preside Francisco Gómez mantienen que Alicante es la provincia que más empresas familiares centenarias tiene. No en vano, entre los 100 asociados que tienen estos momentos, hay varios que ya han superado ese hito, como turrones El Lobo, de Xixona, que nació en 1725; Chocolates Valor, de La Vila, y de 1881; las salinas Bras del Port, de Santa Pola, de 1900; el grupo Vectalia, de Alicante, con unos antecedentes que se remontan a 1910; o Hilaturas Ferre, de Banyeres de Mariola, y de 1914. Todas ellas son empresas que han sobrevivido cien años, a pesar de que, como admite el presidente de AEFA, la tasa de supervivencia de las empresas familiares a partir de la tercera generación se desploma hasta el 15%. Su capacidad para adaptarse a los tiempos y esa vocación de permanencia en el tiempo son sólo algunas de las fórmulas que les han permitido superar ese reto.
En cualquier caso, no son las únicas compañías. Desde AEFA detallan que hay otras con una trayectoria que supera el siglo, aunque no sean asociadas a AEFA, como Fundiciones Balaguer, de Onil, que este mismo año ha cumplido el centenario; Café Jurado, con sede en Alicante, que echó a andar en 1912; o Unión Alcoyana, de 1877, entre otras muchas.
La idea de crear ese censo surgió a raíz de la exposición «Made in Alicante», que se expone hasta el 20 de enero en la Lonja del Pescado, y con la que AEFA conmemora su vigésimo aniversario. La muestra hace un recorrido por la tradición comercial e industrial de las nueve comarcas alicantinas desde mediados del siglo XIX -coincidiendo con la llegada del ferrocarril- gracias al material del que dispone el empresario David Beltrá, asociado a AEFA. El interés que ha despertado la exposición -en sólo dos semanas se han recibido 2.000 visitantes- no sólo ha hecho que Beltrá se refuerce en su intención de crear un museo comercial con todas las piezas que ha acumulado -unas 100.000-, sino que ha llevado a plantearse junto a la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante, con su presidente, Francisco Gómez, a la cabeza, esa idea de crear un registro de marcas centenarias.
«Estamos en una provincia muy rica y muy buena en muchos sectores, e incluso algunos de estos sectores han sido la base de otros. Hay familias, además, que no han continuado con la línea de sus generaciones precedentes, pero han sido escuelas de otras empresas, y otras firmas que han cambiado de propietarios y han sobrevivido al paso de los años», relata David Beltrá. A modo de ejemplo, se remonta a los orígenes de la industria de las persianas en Sax. «Hubo una familia que hervía y pelaba el corte del sarmiento, y creó una empresa de cortinas orientales, que fue el antecedente de esa industria tan potente de persianas y cierres que tiene Sax», relata. No es el único caso que cita. «Aceitunas Serpis, de Alcoy, nació a raíz del invento del empresario textil Cándido Miró Rabasa, que creó una máquina que deshuesaba las aceitunas para que se le pudiera incorporar la tapa de anchoas», explica. Estos casos, o los de los pioneros de Novelda que marcharon a la India o a Japón, y el interés que ha despertado la exposición es lo que ha llevado a David Beltrá y a Francisco Gómez a empezar a dar forma a ese censo de empresas que ya han superado el siglo de vida, para preservar ese legado.
«Nos gustaría que esta exposición pasara por todas las comarcas, porque eso nos permitiría mantener un diálogo más directo con empresas de toda la provincia e ir completando ese registro», comenta Beltrá. «AEFA no sólo se preocupa por el presente y el futuro de las empresas, sino que también queremos poner en valor el pasado, y en el caso de la provincia tenemos un patrimonio muy importante en este sentido, con industrias como el calzado, el mármol, el textil o el juguete, y debemos trabajar por poner en valor toda su trayectoria», alega Francisco Gómez, para justificar una iniciativa como la del censo.
