La mejora de la situación económica es percibida cada vez con mayor claridad por las empresas, como pone de manifiesto el último barómetro del Instituto Valenciano para el Estudio de la Empresa Familiar (Ivefa). Si en el segundo trimestre de este año el 52% de los asociados a esta organización aseguraba que la coyuntura económica era mejor o mucho mejor que un año antes, en el tercero ese porcentaje había subido en casi 20 puntos y se había situado en el 71% del total. Esa tendencia, no tan acusada, también se da respecto a lo que sucederá en los próximos doce meses: el 74% que se mostraba optimista en el barómetro de junio había subido al 83% en el de septiembre, según los datos hechos públicos ayer por el Ivefa.
Las empresas familiares contestaron de similar forma cuando el instituto les preguntó por la evolución de sus plantillas. El 52% dijo en septiembre que aumentarán por un 37% que se manifestó en ese sentido tres meses antes. De cara al próximo año, los que ven una mejora suben al 60% al final del tercer trimestre, por un 35% que la veían en el segundo.
La capacidad productiva, por contra, ha experimentado un empeoramiento entre ambos trimestres, al bajar el porcentaje de quienes afirman que está mejor o mucho mejor del 61% al 56%. Por otro lado, el 61% de las empresas familiares de la Comunidad asegura que llevará a cabo inversiones en su actividad principal en los próximos seis meses, pero solo un 32% menciona que invertirá en internacionalización.
El barómetro deja constancia de que el 30% de las asociadas al Ivefa está en manos de la segunda generación y un 23%, en la tercera, mientras que en el 17% de los casos conviven la primera y la segunda. En cuanto a los aspectos que más preocupan al empresario en relación con la gestión de su mercantil, el citado instituto constata que el pasado septiembre la respuesta que se repitió en mayor número de ocasiones fue la de la planificación de la sucesión en la dirección de la mercantil. Tres meses antes había sido la fiscalidad.
A este respecto, en el tercer trimestre la sugerencia a la administración pública mencionada más veces fue la reducción de la presión fiscal (un 48% del total), seguida por el recorte del gasto público y el control del déficit y por la agilización del marco normativo y la simplificación de los trámites administrativos. Tres meses antes, la mayor preocupación (30%) fue también la fiscalidad. Por último, el barómetro deja constancia de la mejora en el acceso a la financiación. Si en el segundo trimestre un 33% de los encuestados decía que tenía una dificultad alta o muy alta, al cierre del tercero ese porcentaje había descendido al 24%.
