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«Estamos bien, muy bien»

Los empresarios Juan Ferri y José Baldó abandonan la prisión de Soto del Real, en la que llevaban desde el pasado 1 de julio, tras conseguir en apenas 48 horas los doce millones de euros de fianza

«Estamos bien, muy bien» RAFA ARJONES

A las 19.35 horas de ayer, apenas cinco después de haber hecho un ingreso en la cuenta del juzgado de doce millones de euros, volvieron a pisar la calle los empresarios de Benidorm Juan Ferri y José Baldó después de cuatro meses encarcelados en la prisión madrileña de Soto Real, adonde les envió el juez que investiga la financiación que recibieron de Bancaja y el Banco de Valencia para sus negocios en el Caribe mexicano.

Con la noche ya tendida y una temperatura primaveral, los dos hoteleros cruzaron la verja del penal tras escuchar sus nombres y apellidos de boca de un funcionario. Ambos portaban al hombro sendas bolsas con los enseres que han necesitado durante estos meses en cautividad y una sonrisa de oreja a oreja.

Fuera les esperaban algunos familiares con los que se fundieron en un abrazo nada más tenerlos a tiro. La hija de Ferri, que no se despegó de su padre en el centenar de metros que separan la puerta del recinto penitenciario del aparcamiento donde tenían el coche, o su yerno, que demostró bastante menos templanza y corrección que los excarcelados.

Sin poder evitar que se les notara en la cara su satisfacción por volver a respirar el aire en libertad, únicamente acertaron a decir, a preguntas de este diario, que se encontraban «bien, muy bien».

Ferri, con el pelo más corto y más blanco de lo que en él era habitual antes de pasar esta temporada entre rejas, y los dos algo más delgados que antes de entrar, salvaron en un santiamén la distancia entre el penal y los coches, a los que subieron sin perder la sonrisa ni, pese a lo molesto que pudiera resultarle la presencia de estos periodistas, la educación.

Hasta llegar a ese momento varias han sido las negativas que han recibido los empresarios desde que el pasado 1 de julio el magistrado de la Audiencia Nacional Juan Pablo González decretara para ellos prisión sin fianza. Desde entonces su abogado ha luchado por conseguir lo que ayer se logró después de que reunieran en apenas 48 horas los doce millones (seis cada uno) que el magistrado fijó como aval para eludir la prisión. Una cantidad inalcanzable para la mayoría de los mortales pero con la que Ferri y Baldó han podido comprar su libertad provisional pese a tener embargado todo el patrimonio detectado por el juzgado.

Con todo, los doce millones pagados ayer son dos menos de los que ingresaron hace ahora dos años para salir de la cárcel a la que les envió el magistrado Javier Gómez Bermúdez en el marco de la pieza que indaga los negocios que hicieron también en el Caribe, aunque en ese caso con la CAM.

En la causa de Bancaja los hoteleros tienen fijada otra fianza de 628 millones cada uno en concepto de responsabilidad civil que en estos momentos está recurrida.

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