No soplan vientos favorables para la Institución Ferial Alicantina (IFA). Y es que por si ya tenía poco con unas obras de urbanización bloqueadas desde hace casi tres años y una deuda que ronda los 70 millones y que, llegado el caso, podría acabar arrastrando a la actividad ferial, ahora se abre un nuevo frente: las consecuencias que puede tener esta situación para la cúpula de la feria alicantina. El propio conseller de Economía, Rafa Climent, ya abría la puerta hace sólo dos semanas a una posible destitución de la directiva de la institución. Sin embargo, las Cortes valencianas dieron ayer un paso más en esta línea, al aprobar la constitución de una comisión de investigación que analice todo lo que ha sucedido en IFA -también en Feria Valencia- y depurar las responsabilidades que toquen entre los causantes de esta situación, al margen de lo que, en un momento dado, puedan decidir los tribunales. No en vano, la propuesta que llevaron los socialistas habla de «gestión deficiente» en el caso de la entidad alicantina y pide que se investiguen los sobrecostes de las obras no sólo en Feria Valencia, también en IFA.
Ahora bien, al margen de lo que decida esa comisión, que debe quedar constituida en el plazo máximo de dos meses, parece que la suerte está echada. De un lado, a estas alturas prácticamente es unánime la opinión de que IFA no tenía ninguna necesidad de acometer proyecto urbanístico alguno, y menos de la envergadura del que se planteó. Sin ir más lejos, la diputada socialista Noelia Hernández, que fue la encargada de presentar la propuesta de creación de esta comisión, utilizó calificativos como «mastondóntico» o «sobredimensionado» a la hora de calificar el proyecto de ampliación. Proyecto éste, por cierto, que la socialista puso en tela de juicio desde el primer momento. «Se habló de traer partidos de la NBA o conciertos de Madonna a Alicante, cuando ése no es el objeto de IFA», sentenció. «Se dijo que era un proyecto que tenía muchas novias, que había muchos inversores privados interesados», añadió, para, acto seguido, cuestionar dónde estaban esos inversores privados ahora. A partir de ahí, alegó que la realidad es que, en última instancia, ha sido el IVF quien ha financiado el proyecto, a través de unos avales que tachó de «ayudas encubiertas».
La propuesta salió adelante con los votos a favor del PSOE, Compromís y Podemos. El PP -que estaba al frente del Consell cuando precisamente se aprobó el proyecto- y Ciudadanos se abstuvieron. No sólo eso. Ni uno ni otro salieron en defensa de la gestión. Las diputadas del PP y de Ciudadanos, Eva Ortiz y Rosa María García, respectivamente, simple y llanamente ampararon su abstención en el hecho de que lo que se va a crear es una comisión, y eso lleva costes en dietas, por lo que abogaron por una ponencia en la Comisión de Industria o por una subcomisión. «Es necesario establecer una comisión de investigación donde se pueda llamar a todas las personas que han tenido que ver durante todos estos años en el origen del problema que existe en las ferias», puntualizó Noelia Hernández. Zanjaba así el debate y abría la puerta a depurar responsabilidades entre todos los que, en un momento u otro, han estado en las cúpulas de Feria Valencia y de IFA. A algunos se les acumulan los problemas.
