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Descienden los desahucios por impago de la hipoteca pero suben los de alquiler

Muchas familias con arrendamientos sociales no pueden hacer frente a las cuotas por falta de empleo

Descienden los desahucios por impago de la hipoteca pero suben los de alquiler

El drama social que suponen los desahucios desde el estallido de la crisis económica experimentó una ligera mejoría durante el segundo trimestre del año, al descender en un 10,6% la cifra de lanzamientos practicados por los juzgados de la provincia, según los datos facilitados por el Consejo General del Poder Judicial. Un pequeño alivio, eso sí, con muchos matices ya que, para empezar, se produce después de un repunte similar registrado en el trimestre anterior y, sobre todo, porque, a pesar del descenso general, las cifras también reflejan un empeoramiento de la situación de las familias que viven de alquiler.

Así, mientras que el número de desahucios por el impago de la hipoteca se redujo en más de un 22% -al pasar de los 725 registrados entre abril y junio de 2014 a los 561 del mismo periodo de este año-; la cifra de desalojos por la imposibilidad de hacer frente a la renta mensual siguió en aumento y ascendió hasta los 421, un 8,1% más que en el ejercicio anterior, según las mismas fuentes.

Una tendencia que, desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Alicante, relacionan con el gran número de familias que accedieron a un alquiler social alquiler social proporcionado por su propio banco tras entregarle la vivienda que tenían hipotecada y que ahora tampoco pueden pagar esta mensualidad. «¿Cómo esperaban que lo hicieran si la mayoría sigue sin encontrar trabajo?», se pregunta Celeste Recalde, una de las portavoces de este colectivo, que se muestra muy crítica con las administraciones.

«No se les hace ningún tipo de seguimiento ni hay protocolos de inserción laboral ni nada. Somos las asociaciones las que estamos haciendo todo este trabajo», denuncia la activista, que lamenta la exclusión social a la que se ven sometidos la mayoría de afectados, una situación de la que resulta muy difícil salir. También censura la escasez del parque de pisos públicos, que impide que la Generalitat o los ayuntamientos puedan ofrecer una alternativa a estas familias.

Al respecto, desde la PAH reclaman que se graven todas las viviendas vacías para incentivar su salida al mercado de alquiler a un precio asequible y también que se pongan unas mensualidades adaptadas a la realidad de cada hogar. En este sentido, señala la incongruencia de «pretender que una familia que vive de la ayuda de 426 euros pague 250 por la casa, más la luz o el agua», señala Recalde, quien cree que tendría que haber mensualidades desde 50 euros.

Más allá del tema del alquiler, lo cierto es que la cifra total de desahucios de la provincia también sigue siendo muy elevada a pesar del descenso del segundo trimestre. Los 1.029 lanzamientos practicados en la provincia entre los meses de abril y junio sitúan a Alicante como la cuarta demarcación con mayor número de casos, sólo por detrás de Barcelona, con 2.973; Madrid, con 1.986; y Valencia, con 1.322 desahucios. En todo el país se contabilizaron 18.739 casos en el segundo trimestre, sólo diez menos que un año antes.

Embargos

En cuanto al paso previo al desahucio, la solicitud de ejecución de la hipoteca, durante el segundo trimestre del año las entidades financieras iniciaron 1.455 procedimientos en Alicante, lo que supone sólo cuatro menos que en el mismo periodo de 2014, lo que no indica nada bueno de cara al futuro. No obstante, el hecho de que las cifras se mantengan también se debe a que los bancos tienen cada vez menos paciencia e inician el proceso con menos cuotas impagadas de lo que solían hacer. Tanto es así que los jueces alicantinos acordaron no admitir ninguna ejecución con menos de tres letras impagadas.

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