A pesar de tener cada vez un mayor número de frentes abiertos, la lucha contra el empleo sumergido sigue siendo la gran prioridad para la Inspección de Trabajo, especialmente en zonas como Alicante, donde este fenómeno supone una auténtica plaga. Sólo en los primeros nueves meses de este año fueron 3.107 los empleos aflorados en la provincia. O, lo que es lo mismo, casi 350 sorprendidos cada mes ocupados sin tener ningún tipo de contrato. En el caso del conjunto de la Comunidad Valenciana fueron 9.481, más de mil cada mes.
A pesar de las múltiples campañas realizadas para combatirlo, el calzado y el textil se mantienen a la cabeza de los sectores donde más fraude se detecta en Alicante, como prueban las dos últimas operaciones realizadas por la inspección junto con la Policía Autonómica. En una de ellas se descubrió a 37 trabajadores ilegales en una fábrica de zapatos de Elche y la otra permitió dar de alta a seis empleados sin contrato en un taller textil de Muro.
Sin embargo, desde la Inspección alertan de la extensión de este fenómeno a otros negocios y actividades, como la de aquellas empresas que se dedican a vender servicios como la luz y el gas mediante comerciales que recorren las ciudades puerta a puerta. Estas empresas suelen exigir a los aspirantes un periodo de prueba de uno o más meses antes de darlos de alta en la Seguridad Social para que «prueben» su valía. Una práctica completamente ilegal. Además, la mayoría de las veces los aspirantes son despedidos antes de finalizar el citado periodo, por lo que le salen gratis a la empresa.
