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Más de la mitad de las empresas familiares han ampliado sus plantillas en el último año

El 79% de estas firmas es optimista ante la situación de los próximos doce meses

El optimismo sobre el devenir de la coyuntura económica crece de forma imparable entre las empresas familiares españolas. Si el pasado mes de enero un 64% de las mismas tenía una impresión positiva sobre la situación de su propia compañía en los próximos doce meses, el pasado mes de septiembre ese porcentaje había subido quince puntos, hasta situarse en el 79%, cuatro enteros por encima de la media europea, según la cuarta edición del «Barómetro europeo de la empresa familiar» realizado por KPMG en colaboración con las asociaciones territoriales vinculadas al Instituto de Empresa Familiar.

Las buenas perspectivas coinciden con una etapa, la correspondiente a los últimos doce meses, en la que las firmas familiares han mejorado de forma sustancial sus indicadores de negocio. Así, en el citado período, un 70% de las mismas aumentó su facturación, doce puntos por encima de sus homólogas europeas, y un 54% incrementó sus plantillas, frente al 46% de las otras empresas familiares del continente. Solo un 8% ha reducido su masa laboral. También es muy significativo el porcentaje de mercantiles españolas que ha elevado su presencia internacional: un 69% por un 58% de las europeas.

El barómetro detalla también cuáles son los principales retos a los que se enfrentan las firmas familiares. La incertidumbre legal/política ocupa la primera posición, seguida de la disminución de la rentabilidad y la creciente competencia, un factor, este último, que es el que más preocupa a los europeos, por delante de la guerra por el talento. En los últimos puestos de la lista, en lo que respecta a España, se encuentra el acceso a la financiación.

Inversión

Además de estas cuestiones, el barómetro detalla si los planes estratégicos de estas compañías contemplan la realización de algún tipo de inversión. Partidarios de esta medida se manifiestan el 78% de los consultados, tres puntos por encima de los europeos. El destino de ese dinero será, sobre todo, las inversiones en la actividad principal (61%), seguidas de inversiones en internacionalización (33%) y en diversificación (31%).

El documento, que refleja las respuestas de 184 empresas familiares españolas recogidas entre los pasados meses de mayo y junio, revela también que mejorar la rentabilidad e incrementar la facturación empatan como las dos prioridades de este tipo de compañías para los próximos dos años, por delante de diversificar en nuevos productos o servicios.

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